La ventana entre dos mundos

Las campanas del preludio

Constantes golpes
que recuerdan incesante
el reloj de incontables soles
de seguir en este plano como navegante.

Rutina a rutina, minuto a minuto
latido tras latido mi mente sigue constante
recordando los sueños que deje en el camino,
que mantuvieron vivo ante las caídas de este tributo.

Que para el mundo soy insignificante
un numero mas en la historia escrita;
un recuerdo vacío que no obstante
sigue aquí recordándoles que el futuro esta en el ayer,
y sus sueños reavivan a su alma cada día.

Un cuando la lluvia no corta montañas
su acción constante crea el camino
hacia un océano lleno de infinidades
vidas que hoy vemos inalcanzables.

¿no sienten el reloj constante
que permite levantarse una vez mas?
¿olvidaron ese motor en su pecho
que no se detiene hasta nuestro día final?.

¿acaso la vida les dejo tantas heridas
que su alma no escucha su palpitar
constante que les susurran que aun con caídas;
ustedes pueden continuar?.

Aun cuando su sangre te hierve
y tu alma te pide descanso
tu corazón grita "guerrero aun puedes seguir continuando"
"aun no voy a detenerme".

¿Dejaras que el mundo te gane?,
¿dejaras ver tu vida pasar?
¿Serás el cobarde en la historia?
a pesar del miedo y los fracasos
tu dolor puede cesarte, no fue tu culpa colapsar,
sino demostrarte que te podías levantar.

La campana resuena para el preludio,
de tu renacer,
que aun en el suelo le sonríes al miedo
porque no tienes nada que perder,
pero si mucho que puedes ganar.