La ventana entre dos mundos

Los últimos suspiros de lo perdido

En estos días donde el año termina e inicia otro llegan a mi mente como agujas ardientes todas las tragedias de los últimos años, aunque trato de seguir adelante las estacas clavadas en mis brazos y piernas evitan que me levanté.
En su mayoría solo sucedieron mientras que otras yo las ocasione, puedo seguir diciendo que fue mi culpa pero tengo que perdonarme a mi mismo si quiero tener una vida en el futuro, ya no puedo vivir en el pasado mientras mi cuerpo se desgasta por los recuerdos, mi vista se ciega de tantos errores, mis piernas tiemblan del retumbar del dolor, mis brazos caídos por el esfuerzo de querer cargar con todo lo sucedido. Ya no puedo más...
Tengo que dejar salir todo lo que tengo pero no hacía quienes quiero, sino terminaría perdiendo lo último que me queda y volvería a la desolación.
Es irónico el que esté determinado que lo hare y aun asi al dar un paso estoy lleno de inseguridades, ansiedad y miedo de que todo resulte peor que antes.
Ciertamente tengo el recurso para conseguir lo que quería pero no sirve de nada sino puedo compartirlo con nadie incluso con los que tengo cerca.
Aquellas personas que aún tenia a mi lado están ocupadas en la vida mientras yo solo vivo regresando del trabajo perdiendo gran parte de mi día al pensar "pude haber vivido sin este día" ¡No! Ya no debo seguir ahí. Ya no.
Tal vez ya no tenga a esas personas cerca pero sabía que no estaría siempre con ellos, claro que hubo esos momentos donde no quería que la felicidad acabará pero ahora no puedo vivir en una fantasía. No puedo vivir en el pasado.
Debo seguir mejorando en mi, escuchandome, consolandome, aconsejandome pero sobretodo perdonandome.
Así el pasado quedará ahí y aunque el silencio sea mi acompañante cantaré con ella grandes obras mientras sigo mi travesía en el mar de la vida.
Ya no soy aquel chico que estaba en el rincón de la habitación desprendiendo negativismo, ahora debo estar activo y que mejor forma que dejando de hacer algunas cosas que me dañan y hacer otras que me ayudarán para el futuro.
Caminar con el silencio y disfrutar del ruido de mis pensamientos dándoles sentido como la sinfonía que siempre había sido.