"Ring-Ring" me levante de golpe y apagué el despertador para que no sonara otra vez, me vestí con la ropa de mi pesadilla de anoche, me habría puesto otra cosa pero no tenía nada que fuera decente para la ocasión.
Fui a la cocina a desayunar, cogí la caja de cereales y el brick de leche de la nevera y mezclé ambas cosas y las puse en un bol, para ser exacto lo puse en mi bol preferido, me lo compré cuando estuve en Madrid hace dos años.
A noche se me olvidó guardar los libros en la mochila, así que lo tuve que hacer antes de salir de casa y también guarde en la mochila el monedero con dinero para el almuerzo.
Fui al coche, dejé la mochila en el asiento de al lado y arranqué, esta vez me acordé de pisar dos veces el embrague, siempre se me olvidaba. Fui dirección del instituto, menos mal que no me perdí por el camino, por que llegaba justa, estaba tan casada por la pesadilla de anoche que había hecho las cosas con lentitud. Llegué y aparqué en un sitio que había libre justo al lado de la puerta del instituto. Bajé del coche y me apoyé en él y miré mi lista de asignaturas para ver a que aula tenía que ir, hubo una ráfaga de viento y se me voló la hoja, fui corriendo detrás de este y menos mal que lo cogió una chica.
-¿Es tuyo?- Me preguntó la chica.
-Sí.- Contesté.- Gracias.
-De nada.- Me dijo sonriendo.- Tú eres la nueva, ¿verdad? Elisabeth Thomas.
-Si.- Sonreí tímidamente.- Pero llámame solo Eli, por favor.
-Vale, de acuerdo. Yo soy Charlotte Duncan. ¿Qué edad tienes?
-17.- Dije yo.
-¡Igual que yo! ¿Y qué clase te toca ahora?
-Biología.
-Igual que yo, ¿quieres qué vayamos juntas?- Me dijo Charlotte muy feliz.
-Si mejor.
Charlotte era un poco más bajita que yo, con el pelo largo hasta la cintura y negro como el carbón. Sus ojos eran color chocolate.
Fuimos hacia la clase de biología, ella se sentó en su sitio, supongo que el habitual, y yo fui hacia el profesor para enseñarle la justificación que decía que me incorporaba a la clase.
-Solo hay un sitio libro, siento que no tengas ningún compañero.- Me dijo el profesor.
-De acuerdo, no pasa nada, no me importa.
Fui a mi asiento y coloqué los libros encima de la mesa. Vi que a mi lado sí que había una persona, notaba su presencia, veía de reojo sus movimientos, pero no sabía cómo ni quién era , no lo entendía, el profesor me había dicho que no tenia compañero. A lo mejor no había nadie y solamente era mi imaginación.
La clase se me pasó bastante rápido, y ahora me tocaba hacer gimnasia, fui con mi nueva amiga hacia el gimnasio, ya que a ella también le tocaba la misma asignatura que a mí. Biología y gimnasia eran las únicas asignaturas que compartíamos, por esa razón esperaba hacer más amigos, y pronto, si no las clases se me pasarían bastante lentas.
A mí los deportes no se me daban demasiado bien, solo el baloncesto y también me gustaba bastante jugar a voleibol, pero nada más, si corría me caía, si hacia senderismo también me caía y si había una piedra en medio del desierto y yo estaba en este seguro que yo me caía por culpa de esa piedra. Se podría decir que yo tenía dos pies izquierdos.
Charlotte y yo fuimos a los vestuarios a cambiarnos.
-Oye, ¿en clase de biología tenía a alguien al lado? El profesor me había dicho que no tenía compañero, pero yo juraría que había alguien.- Le pregunté a Charlotte.
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INVISIBLE un amor irracional
Ficção AdolescenteA veces lo correcto puede ser lo incorrecto y lo incorrecto puede ser lo correcto, y entonces hay veces en las que te entra el miedo por tomar las decisiones no acertadas, pero, ¿y si esas son las correctas? No se puede saber, claro que nunca sabes...