14 de Febrero

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Algo que Hiori odiaba, eran los días de San Valentin para él todo ello era una pérdida de tiempo y algo totalmente que no valía la pena celebrar.

Sus padres eran los causantes del pensamiento y resentimiento que el joven le tenía a esas fechas de "amor" no le cabía en su cabeza como dos seres humanos pueden jurarse "amor eterno" sabiendo que ninguno de los dos se ama lo suficiente y solamente es un acuerdo mutuo para cumplir el trágico sueño de ser los "primeros" en algo, y para mala suerte de él, ese sueño irracional y a la vez insistente fue plasmado como pegamento en su espalda.
Cargando con los objetivos e ideales de sus padres de ser él quien consiga "el primer lugar" sin que estos mismos se hayan preocupado sobre lo que él realmente quería en realidad.

Después de todo, ellos no se amaban y no lo amaban a él, era una familia sin amor y solo producto de los sueños no alcanzados de sus padres, haciendo que él cumpla lo que ellos no pudieron hacer y sin importarles lo infeliz que él podría llegar a ser durante su vida. Pero Yo ignoraba todo ello, él tampoco amaba a sus padres y le daba igual si les pasaba o sucedía algo, sólo necesitaba jugar videojuegos y nada más, eso era lo único que le distraía y una de las razones por las que se seguía quedando encerrado en dicho "hogar" si es que se le podría dar ese título.

— Yo, vamos a salir a comer con tu padre ¿Quieres venir?

Hiori vió como su madre entró y abrió la puerta, le parecía muy hipócrita de su parte que aún mantengan esa fachada de "una familia feliz"

— No, vayan ustedes, no se preocupen por mí

— ¿Estas seguro?

— Sí

— Esta bien, te traeremos algo de comer, cuídate y no juegues hasta tarde, tienes que cuidarte.

La señora Hiori se terminó yendo, dejando a su hijo solo, sin que este se inmutase un poco y solo siguiera concentrando su vista en el monitor. Aún si su madre haya entrado, él no despegó la vista de su videojuego, a él nada le importaba, nada que no sea la imagen de la pantalla que tiene en frente.

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No sabe cuanto tiempo estuvo jugando, cuando lo mataron fue que decidió revisar la hora, había estado dos horas y media concentrado sin distracción alguna. Se quitó los audífonos y agarro su celular que estaba al costado de su mouse con el enchufe cargando, retiro el celular del cable que lo conectaba y lo prendió, reviso rápidamente si había alguna notificación y solamente vió una de su madre

Señora Hiori:

Yo, vamos a demorar un poco, nos hemos encontrado con tus tíos, estaremos llegando tarde, cualquier cosa si necesitas dinero dejé un par de billetes por la cocina, cuídate mucho.

El chico de cabello cían iba a apagar su celular cuando un mensaje se sobrepuso al ya leído

Cuervo

Oe, estamos en Shibuya con los chicos, ¿vienes?

Hiori le extrañó el mensaje, no sabía si Karasu era o no idiota para no saber que él estaba demasiado lejos de ese lugar para llegar donde estaban ellos, probablemente demoraría y cuando llegue, ellos ya se habrán ido.

Iba a escribirle un mensaje de que no podía y disculparse por ello cuando otro mensaje le llegó antes que pudiese él escribir

Cuervo

𝙱𝚕𝚞𝚎 𝙻𝚘𝚌𝚔 - 𝚂𝚒𝚝𝚞𝚊𝚌𝚒𝚘𝚗𝚎𝚜 𝚢 𝚌𝚑𝚊𝚝𝚜 𝚛𝚊𝚗𝚍𝚘𝚖𝚜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora