Noches extrañas

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Era un anochecer normal, como todas las noches la hermana Ricarda nos mandaba a la cama, nos leía cuentos de dormir, nos daba un beso en el cachete y nos apagaba las luces.
Pero apartir de esa noche todo cambio, se empezaron a escuchar ruidos y todos pensamos que era algo ocasional pero nos equivocamos profundamente.
Esos ruidos se fueron haciendo cada vez más comunes. Hasta que un día decidimos ir a investigar con los chicos de cuarto y vimos a la hermana Ricarda y a las demás hermanas al rededor de un caldero enorme, estaban revolviendo los ingredientes que le ponían vimos que le pusieron: patas de rana, ojos de gato, pelo de rata, una cabeza de un chico otra de una chica y una de las hermanas dijo-sólo nos falta la sangre de cada uno de los niños que viven acá y seremos libres, inmortales y más poderosas.
Todos hicimos un suspiro y nos escucharon, salimos corriendo para la habitación y nos hicimos loa dormidos.
Apareció una hermana para ver como estaba todo y se fue, ellos se levantaron y empezaron a idear un plan para poder entrar al sótano aver que era todo eso que habían visto.
Se les había ocurrido causar un incendio afuera y cuando no haya nadie en la casa entrar. Al día siguiente esperaron a estar en el jardín juntar muchas hojas secas y con un encendedor iniciaron el fuego.

La historia de las monjas: ¿comen o no chicos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora