Recordando el pasado

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Elizabeth

"Yo jo jo, yo jo- cantaba en la proa del barco mientras veía la marea, su color azul me hipnotizaba. Esa canción me la había enseñado Jennifer hace años, era como mi hermana mayor, prácticamente crecimos juntas; ella amaba el mar y a los piratas, siempre quiso convertirse en una.

En eso sentí una mano en mi hombro interrumpiendo mi canto- Silenció pequeña- oí decir mientras me volteaba, era Gibbs uno de los hombres a bordo- hay piratas en estas aguas, no querrás que vengan a buscarnos- lo ví por un segundo con algo de miedo, el hombre siempre me había parecido extraño.

-Señor Gibbs, déjela- le dijo el teniente Norrington, otro hombre a bordo.

-Su canto era sobre piratas- dijo Gibbs acercándose a él- es de mal augurio cantar sobre piratas, en especial en esta niebla de ultratumba, recuerde mis palabras.

-Las recordaré bien- le dijo sin importancia- retírese.

-Si, teniente- le respondió Gibbs yéndose- traer mujeres a bordo también es mal augurio, no importan que sean niñas- dijo entre dientes para luego darle un sorbo a su botella.

-Yo creo que sería interesante ver piratas- dije con sinceridad ya que algo siempre me había interesado del tema, las historias de Jennifer eran muy interesantes, maldiciones y hurtos.

-Yo no lo pienso así- respondió Norrington acercándose a mi- son criaturas viles y disolutas, me encargaré de que cualquier hombre que use un tatuaje pirata o navegue con bandera pirata le llegue su destino. Un nudo apretado y una caída rápida- dijo viendo al océano.

Volteé y vi a Gibbs con una cuerda en el cuello, imitando lo que acababan de decirme, lo ví con curiosidad para luego voltear a Norrington y encontrar a mi padre a su lado.

-Teniente Norrington, aprecio su fervor, pero verá, me inquieto por el efecto que el tema pueda producir en mi hija- le dijo mi padre

-Mis disculpas gobernador Swann- respondió Norrington dándose la vuelta para irse.

-Creo que es un tema fascinante- le dije a mi padre, sabiendo que él no estaba de acuerdo.

-Eso es lo que temo- me dijo antes de irse

Volteé al agua de nuevo y ví algo flotando en el mar, caminé para verlo mejor, era un pequeño parasol blanco, regresé la mirada para ver si había algo más y en una tabla ví a un muchacho flotando en el agua, inconsciente.

-Hay un muchacho, está en el agua- grité para alertar a todos que se acercaron a la orilla y lo vieron también.

-¡Hombre al agua!- gritó alguien y luego comenzaron a subirlo, me acerqué lentamente.

-Monstruos marinos- maldijo Gibbs, lo que me hizo voltear como a todos los demás para ver un barco en llamas a lo lejos, pobre muchacho, quien sabe a dónde se dirigirá, me acerqué a él y lo ví por un segundo mientras los otros hablaban, de la nada un hombre lo cargó y se lo llevó.

-Elizabeth- me llamó mi padre, lo que me hizo voltear hacia él- quiero que acompañes al muchacho, tú debes cuidarlo, lo harás bien.

Caminé hacia él y lo examiné con cuidado, un muchacho rubio, quizá algo mayor que yo.

Mientras acariciaba su cabello él se sobresaltó y me agarró la mano- tranquilo-le dije- me llamo Elizabeth.

-Will Turner- me dijo

-Yo voy a cuidarte, Will- le dije para que luego se volviera a desmayar.

Lo vi un segundo y noté algo colgando de su pecho, lo tomé y resultó ser un medallón.

Piratas del Caribe: La Maldición Del Perla NegraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora