Advertencia

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El sol brillaba sobre su cabeza...
Alguien gritaba, el sonido se hacía mas fuerte

"Que dolor de cabeza"
- !Ay! Cierra la boca!- gritó Zoro levantándose de un salto.
Estaba desnudo y el escandaloso de al lado también.

- ¿ Y tú quién carajos eres?- preguntó el mayor.

- La persona a la que te cogiste anoche
! Maldito animal! Que salvajismo- siguió gritando Luffy.

- Ah bueno, lo siento, aveces me emociono- se disculpó zoro rascándose la cabeza.

- !¿Por qué hice esto?! Yo que soy tan tranquilo, tú me sedujiste !hazte responsable!

- No es como que vayas a quedar preñado- gruñó Zoro buscando algún analgésico.

Luffy golpeó el puño contra su palma.
- ! Es verdad! Que alivio...
Luffy se levantó con una mueca de dolor y se acarició el trasero.

- ¿ Tienes comida? Al menos aliméntame- le reprochó con un puchero y salió rumbo a la cocina - !puaj! No hay nada comestible aquí.

Zoro movió la cabeza y resignado tuvo que ir con Luffy a comer algo a la calle.
Luffy tenia un apetito voraz y la cuenta le salió tres veces más cara.

- ¿ y bien somos novios? - preguntó Luffy

- No

Luffy empezó a llorar amargamente cubriendo su rostro con la manos.
Zoro miró asustado el comportamiento del peli negro y las personas que comían cerca le lanzaron miradas de profundo desagrado.
" Mira como hizo llorar a ese jovencito"
" Que crueldad" " Déjalo, ya encontraras alguien mejor"

Zoro rojo como un tomate, tomó de la mano a Luffy y salió corriendo.

- Ya cálmate ¿Qué puedo hacer para que te sientas mejor?- preguntó Zoro alarmado.

- Helado- dijo Luffy de inmediato con una sonrisa. Zoro levantó las cejas asombrado del cambio tan repentino.
Suspiró y llevó a su monito a comer un helado.
Ese fue el primero de muchos otros dulces que estaban por venir.

Ese fue el primero de muchos otros dulces que estaban por venir

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*

Law había comenzado quimioterapia la semana de abril y los estragos que ocasionaban en su cuerpo le dejaban exhausto y con terribles Náuseas. Este era el primer ciclo y la tercera dosis. ( una dosis por semana)

Ocultarle su enfermedad al rubio no era tan difícil, Sanji ya había presenciado el nivel de agotamiento al que Law estaba expuesto con los dobles turnos.
Él le había dicho que trabajaba tan duro para aliviarle la carga a Marco, porque él era su maestro y una de las personas que más apreciaba ... y era verdad trabajaba muchísimo hasta el día que le diagnosticaron la enfermedad.
Marco le prohibió los dobles y cambió su horario a 8 horas con descanso los fines de semana.

Dulce de limón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora