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CONTENIDO +18. LA NOVELA ESTÁ CATALOGADA COMO MADURA DENTRO DE WATTPAD.
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Era por la mañana, yo ya llevaba unas cuantas horas despierta frente a mi portátil cuando el timbre de mi móvil sonó. Quizá fue un presentimiento (o es que dentro de mí esperaba ese mensaje después del día anterior), pero supe que se trataba de Marc antes incluso de desbloquear el teléfono. Era domingo, el sábado habíamos estado en la Feria del Libro de Valencia y nos habíamos quedado con una sensación un tanto extraña en el cuerpo. Como con... una chispa dentro a punto de estallar.
Dejé todos los trabajos a un lado y leí el mensaje, siendo incapaz de no sonreír cuando comprobé mis sospechas. Era Marc. Parecía haberse levantado de buen humor.
Marc:
Buenos días. Si te digo que he soñado contigo corriendo por la mitad de la feria, mientras me perseguías con una cámara, ¿me crees?
—Joder, si es que hasta pones acentos, comas y signos de interrogación. ¿Cómo no me vas a gustar? —exclamé para mí misma, tecleando una respuesta a toda velocidad. Lo bueno de charlar con Marc es que no tenía que pensar demasiado qué palabras utilizar. Solo soltaba lo que pensaba y ya.
Vega:
Es mi venganza por haberme hecho una foto a traición. Te perseguiré todas las noches, Marc.
Le di a enviar con una sonrisa algo tonta en mi boca. Respiré hondo y me estiré en la silla, todavía esperando una contestación de su parte. Vi que estaba escribiendo, así que tuve que calmar mi sistema y no parecer una tonta.
Marc:
Puedes perseguirme todas las noches que quieras. No. Pienso. Quejarme.
El color carmesí que se instauró en mis mejillas me hizo sentir todavía más idiota, pero ¿qué le iba a hacer? Sabía cómo hablar para conseguir esas reacciones en mí. Me sentí ilusionada, como si tuviera un montón de burbujas en el estómago. Antes siquiera de que pudiera reaccionar, me llegó otro mensaje suyo.
Marc:
¿Te apetece comer conmigo hoy? Puedes venir a mi piso. La verdad es que me apetece verte.
Suspiré. Tenía algunas tareas pendientes, pero iba a tiempo con todo. Lo bueno de ser una loca del control con la universidad y no tener demasiada vida social es que podía permitirme más de un día de descanso, ya que llevaba las cosas adelantadas. Por ello, no lo dudé cuando le contesté.
Vega:
Me apetece, claro que sí. Tardaré un poco porque voy a ducharme, pero pásame la ubi y estaré ahí dentro de un rato.
Al enviarme su dirección observé que vivía algo lejos, pero podía llegar a la perfección con el transporte público. Aun así, Marc insistió en venir a recogerme con la moto, pero lo decliné. Tenía algo de miedo de que Vero nos viera porque todavía seguía sin ser lo suficiente valiente como para contarle lo que estaba ocurriendo. Tenía miedo, pero a la vez pensaba que no estaba haciendo algo malo. Al fin y al cabo, ella misma me había dicho que con Marc no quería nada más que solo amistad.
Me duché, sintiéndome algo avergonzada cuando me depilé y eché crema en mi cuerpo, sin ninguna intención. Solo era un por si acaso. Me arreglé con un vestido blanco con pequeños lazos rosas, adornándolo con una chaquetilla fina y unas deportivas blancas. No dudé en colocarme mis collares y pulseras, junto con unos pendientes de lazo dorados. Cuando me di el visto bueno me había maquillado un poco y cogía un bolso de los míos, donde ponía lo básico para sobrevivir un día fuera. Agarré una botella de vino blanco y la metí en una bolsa de tela, no me gustaba aparecer en una casa con las manos vacías.
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¿Guardamos un secreto?
Romance¿Qué harías si descubres a tu crush acostándose con tu compañera de piso? Vega dejó su pueblo atrás para poder estudiar en Valencia y encontró un hogar después de una búsqueda complicada. Cambió su cabello, su ropa, su forma de ser... y fue ella mis...