5. olvide

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Había rosas en la puerta de la entrada.

Era su aniversario y checo estaba ayudando a Max a comer sopa.

Últimamente Max había tenido problemas para levantar la cuchara y comer por sí mismo, eso lo molestaba mucho y solía hacer rabietas cuando sucedía, pero si eso pasaba, Sergio llegaba y su cabello rubio diciéndole que estaba bien, que él a veces incluso olvidaba la forma correcta de escribir su apellido y luego le daba cucharaditas de su sopa a Max.

Checo había preparado sopa de fideos para Max porque esa era su sopa favorita y había estado de malhumor las últimas semanas, así que buscaba con qué animarlo y la comida siempre era una buena idea.

Los últimos años habían sido pesados y sobre todo lentos y aunque era difícil de creerlo, lo eran más para Sergio que para Max.

Max permanecía horas inmóvil sentado sobre su silla o de pie viendo a la ventana, pasaba el día y la luz atravesaba la sala con rayos cálidos hasta que era reemplazada por la luz de la luna que alumbraba el rostro de Max.

Y sin respuestas- como ahora se había convertido en una costumbre- Max tomaba la mano de Sergio que extendía para llevarlo al baño y mientras caminaban juntos checo le contaba a Max cómo había sido su día y preguntaba por el suyo y aunque sabía que Max respondería poco-cuando tenía suerte- o simplemente no respondería, él lo seguía haciendo.

Seguía preguntando a Max cómo iba su día porque estaba interesado en él, porque quería saber si su esposo se sentía bien en sus manos y estuviera cómodo bajo su cuidado.

Pero Sergio no lo sabía, él nunca lo sabía.

Llegaron a la ducha y checo empezó a desvestir a Max mientras este veía la cortina del baño con suma atención, el castaño desabotonaba la camisa color amarilla que vestía ese día. Al despojarlo de sus prendas, Sergio reprimió un sollozo en su garganta.

Max era tan delgado.

Tenía días donde no quería dar ni un bocado a su comida aunque llevara horas sin alimento, también solía tener problemas estomacales regulares; pero lo que más le preocupaba a Sergio es que su organismo ya no trabajara como antes lo hacía.

-Ven Maxie, vamos a darte un baño de agua caliente con espuma ¿Recuerdas la espuma? Te gusta mucho.

Las piernas delgadas de Max tocaron el agua que llegaba casi hasta sus rodillas, se sumergió en la tina mientras Checo echaba agua tibia en la espalda de Max y enjabonaba su cuerpo con una esponja.

-Mira, mi amor- Sergio sacó detrás de su espalda un botecito que tenía escondido-Son tus burbujas favoritas con olor a cereza.

Abrió el frasco dejando caer líquido a la tina haciendo que la espuma comenzara a subir. En cuanto Max vio las burbujas una enorme sonrisa llegó a su rostro.

-¡Burbujas!- Exclamó sonriendo y llevando espuma a su rostro.

Después arrojó toda esa espuma a Sergio y cayeron en sus ojeras que llevaban días pintadas.

-¡Oh, entonces quieres una pelea de burbujas!

Sergio puso más de ese líquido en el agua y después lleno el cabello rubio de Max con un montón de burbujas provocando en el menor carcajadas a los cuatro vientos.

Cuando el agua comenzó a enfriarse, Sergio limpió a Max y pasó una toalla a sus hombros para secarlo mientras lo ayudaba a salir de la tina.

Max solía llorar al salir de la tina, le gustaba quedarse durante mucho rato jugando con la espuma, pero si se quedaba tanto como quisiera podría enfermarse después, Sergio lo calmaba diciéndole: "mañana tendremos más burbujas que hoy y quizá esta vez pueda ganarte al fin"

¿Qué día es hoy, Pecas? \ CHESTAPPENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora