Hijo de un conquistador

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Hijo de un conquistador

Capítulo 10 Cayendo para siempre

Hace 4 años

La lluvia caía a cántaros por el costado de los muros del castillo en Nueva Macedonia mientras Iskandar miraba por la ventana hacia el patio. Iskandar miró hacia abajo para ver a Jaune en el patio todavía entrenando incluso bajo la lluvia mientras él y, como Jaune lo llamaba Bushy Brows, de los Hetairoi se salvaron. Iskandar sonrió ante la vista antes de abrir la ventana y llamar a Jaune.

"¡Jaune, sal de la lluvia, a este paso te enfermarás!"

Iskandar gritó viendo su aliento vaporizarse en el aire frío. También distrajo a Jaune lo suficiente como para que Bushy Brows pusiera su lanza detrás de él y lo hiciera tropezar. Iskandar tuvo que hacer una mueca al ver a Jaune estrellarse contra el suelo con un gran chapoteo. Era extraño ver cuánta tormenta y lluvia había en Nueva Macedonia. Iskandar siempre tenía que cerrar el río que dividía el reino para que, si se inundaba, no hubiera nadie en el río. También aprendió desde el principio que tenía que elevar todos los edificios en Nueva Macedonia para que las casas de la gente no se inundaran.

Realmente, era de esperarse, ya que en el momento en que la lluvia llegara a un desierto, casi siempre sería una tormenta. Iskandar observó como Jaune salía del charco y corría hacia el castillo. Iskandar se dio la vuelta, cerró la ventana y se sacudió un poco de agua de lluvia. Se dio la vuelta para mirar por encima del borde del piso en el que estaba y vio a Jaune correr hacia el castillo y mirarlo con una mirada furiosa.

"¿Por qué hiciste eso? ¡Me distrajiste y perdí el partido!"

Jaune gritó agitando un puño solo para hacer reír a Iskandar, quien agitó una mano con desdén hacia él.

"Perder un partido libre no es motivo para enojarse. De cualquier manera, prefiero que no te enfermes estando bajo la lluvia durante una hora".

Iskandar dijo con una sonrisa solo para que Jaune resoplara y se cruzara de brazos enojado.

"¡No me enfermaría por algo tan simple como la lluvia!" Jaune gritó solo para estornudar un segundo después y obtener una pequeña sonrisa engreída de su padre. Gruñó algo mientras una criada se le acercaba sosteniendo una toalla para que pudiera limpiarse. Jaune se disculpó con la criada por haber hecho un desastre solo para que ella rechazara su disculpa. Jaune se volvió y miró a su padre mientras la criada le limpiaba la cara con la toalla. "Entonces, ¿qué estás haciendo padre? Pensé que tú y Kin todavía estaban afuera lidiando con esos bandidos que atacaron el mes pasado. Además, ¿alguna vez descubriste qué era ese extraño maná que sentiste hace unos días?"

Preguntó Jaune mientras Iskandar simplemente se encogía de hombros.

"Lo estaba, pero esos bandidos se mueven rápido y no los seguimos mucho antes de que Grimm atacara. Debo admitir que no pensé que Grimm sería algo tan problemático cuando vine aquí por primera vez. También resultó que el maná era nada." Iskandar dijo volviéndose y mirando por la ventana. Tenía que admitir que antes no veía a los Grimm como una amenaza, pero recientemente los Grimm se volvieron cada vez más atrevidos con sus ataques a los muros de su reino. Especialmente esos bandidos, realmente era extraño cómo las cosas parecían estar escalando recientemente. Pero Iskandar no quería involucrar a Jaune en asuntos como ese todavía, era joven, mayor que Iskandar cuando vio por primera vez la guerra y la muerte, pero preferiría que Jaune no se viera arrastrado a algo así. Tampoco quería preocupar a Jaune con sus preocupaciones sobre la extraña energía mágica que estaba sintiendo recientemente. "De cualquier manera, Jaune, por ahora, ¿por qué no vemos tú y yo una de esas películas de las que sigues contándome?"