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‧₊˚✧⌗ Pilar. 19:55p.m
𝗦𝗧𝗔𝗕𝗔𝗠𝗢𝗦 𝗖𝗔𝗠𝗜𝗡𝗔𝗡𝗗𝗢 𝗣𝗢𝗥 𝗟𝗔𝗦 calles de Madrid, recorriendo un poco y disfrutando, también me compré algunas cositas de recuerdo para llevar a mi depto y otras para mí, como un libro que me parecio interesante entonces lo compré. La verdad que estaba haciendo bastante calor, no tan insoportable como a la tarde pero hacia y justamente estaba hablando de eso con Felipe, pero alguien lo llamo y quede otra vez caminando sola, mirando vidrieras, monumentos, ect.
──¿Te gusta leer, Pilarcita? ─giró a mi izquierda para ver quien me había hablado y era Simón─
El también habia comprado algunas cosas que no llegaba a ver, re chusma yo.
──Sip, me encanta ─sonrió─
──Ah mira, no sabía. Tengo un hambre ─se toca el estómago y hace una mueca─
──Ay yo también, para mi tendríamos que ir a comer algo por ahí ─Simón asiente y los mira a los chicos─
──Eu, ¿por qué no vamos a comer algo? ─todos se paran a mirar a Simón─
──Uuh mal, tengo un re hambre ya ─dice Jero─
──Yo conozco un restaurante re bueno por acá, podríamos ir ─dice Esteban y todos asienten estando de acuerdo─
──Entonces vamos ─dice Agustín P y todos empezamos a caminar siguiendo a Kuku─
──Pili, ¿te puedo hacer una pregunta? ─me pregunta Simón un poco alejados de los demás─
──Ya me la hiciste ─me codea y me rió un poco─ Dale bobo, preguntame ─me pongo un poco seria, me daba curiosidad lo que me iba a preguntar─
──Coso, no quiero ser chusma, ni nada por el estilo pero ─se le notaba un poco nervioso y frunzo el ceño─ ¿Vos tenes novio? ─suelta sin más y me quedo un toque dura porque no pensé que eso era lo que me iba a preguntar─
──Tenía, terminamos hace casi un mes ─sonrío a medias y giro mi cabeza hacia adelante─
──Uh perdona, capaz metí la pata, ¿no?. No fue mi intención, soy re metido aveces ─se pone al frente mío mientras caminamos y buscaba mi mirada─
──Ay no Simo, tranqui. No pasa nada ─le sonrío y asiente no tan seguro para volver a mi lado─
──¿Segura? ─asiento con la cabeza y sonríe─
──Sí, tranqui ─apoyo mi mano en su espalda y mi cabeza en su brazo─ ¿Pero por qué la pregunta? ─le preguntó después de un rato estar caminando y lo miró─
──No sé, curiosidad ─se encoje de hombros y vuelvo apoyar mi cabeza en su brazo─
──Ay gordis, no pienso caminar más ─escucho a Fran quejarse de lejos y me rió─
