Cada uno de nosotros anhelamos necesidades. ¿No es asi? Las necesidades nos satisfacen hasta en nuestros deseos mas perversos e inclusive mas aterradores y crueles. Cada uno necesita su placer y necesidad. Por supuesto. Nuestro querido demonio de la...
Dias normales pasaban por el curioso hotel el cual casi se caia a pedazos. Por supuesto, la cual manejaba este preciado e inmundo hotel. Charlie Morningstar, la hija del gobernante del sucio infierno. Esta estaba nuevamente teorizando sus ideas en un tablero, estresada. Tratando de descubrir que hacer. Vaggie, la peculiar novia de Charlie, trataba con anheló consolar a su querida novia.
─ Querida, es necesario pedir mas ayuda. ─ Dijo la de pelos grises. Mientras revuelve los cabellos de la joven mas alta. La joven rubia alta, apreta sus manos con cansancio.
─ Ni siquiera lo digas, Vaggie. ─ La rubia observo como su novia, menciono a su primó. No, no podía llamarlo, estaba ocupado. ¿Y si no venia? Mierda, no perdia nada con intentar. Pero, ¿que pasa si no?
─ Necesitas contactar a tu primo, es necesario. ─ Vio como su novia alta y rubia se quejaba agarrando su telefono y marcando el numero. Esta ansiaba emocionante su contesta.
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Nathaniel Starmoon. Su padre. Habia ido a visitar a su tio, Lucifer. Ese repugnante demonio. Nathaniel se estremecia al escuchar el anhelante anhelo el cual sentia su padre al ver a su tio. Ugh, sabia que eran hermanos pero era demasiado. Por supuesto, una música sono. El teléfono resonó y vibro contra la mesa mientras Nath lo veia.
─ Bien, bien. Nath, calmate. A la mierda, ¿Que le respondo? Mi prima me llama, ahaha. Carajo.. ─ El de cabellos morados y algunos mechones blancos atiende el llamado. Y habla con nerviosismo en su voz.
─ Que tal, Char. ─ La voz sono a traves del teléfono. Escucho anhelante la respuesta de su prima. Escucho bien las palabras. Su prima quería que viniera. Nathaniel festejó, colgando la llamada en silenció, mientras agarra su chaqueta color negra con ligeros toques de brillos blancos. Este se la puso. Al correr la chaqueta bajo por sus hombros. No le tomo importancia, fue al hotel casi flotando hasta alli.
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El de trajes rojos trataba con irritación y molestia hacer la cámara. Charlie, la cual le habia pedido que por favor le ayudará a hacer el anunció. Al ver el anhelante deseó de la demonio, acepto. Ahora se quejaba de haber aceptado. Nuevamente, la camara se rompió en sus manos, la arrojo con molestia al suelo. Las cámaras antiguamente rotas sobrepasaban el basurero.
