Mi Pequeño Vampiro 2 // Rudolph x Tony

19

Volvemos unos días en el tiempo, cuando Anna dejó que Rudolph saliera del aeropuerto.

La vampira quitó su expresión de angustia en el segundo que vio a su hermano alejarse hacia los aviones como si de una sonrisa falsa se tratara. No podía creerlo, Rudolph se metería en problemas otra vez y ella no pudo impedirlo. En realidad sí podía creerlo, le sorprendería de su hermano que se quedara quieto sin causar disturbios una vez en su vida. Esta vez el papel de víctima no le hizo efecto, "la hermanita triste" no sirvió de nada, huyó de todas maneras. 

¿Qué podía hacer ella ahora?

Mientras volaba de regreso al castillo pensaba; Si les digo a mamá y papá van a asesinarlo... pero al menos lo traerían de vuelta. 

Por más que le provocara una leve satisfacción pensar en sus padres regañando a Rudolph por su mal comportamiento y glorificándola a ella por ser la bien portada, también sabía que la personalidad de soplona podía ser en gran parte la razón por la que sus hermanos no la incluyen en sus cosas, y ella sabía que tenían motivos justos para no hacerlo. Igual así los culpa por eso, y disfruta culparlos por mandarse sus mil y un cagadas, porque una parte de ella se preocupa realmente por ellos y lo que pueda pasarles si llegan demasiado lejos, pero la otra parte quiere acompañarlos y hacer travesuras con sus hermanos mayores, no podían culparla con soñar con eso, se veía divertido. 

Por un largo tiempo se había conformado con ser la soplona, y Rudolph y Gregory no la verían como más que eso. Al menos no si les contaba a sus padres ahora.

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—Gregory, tenemos que irnos, ya

—Mm ¿irnos a dónde? ¿qué haces despierta tan temprano? —dice el vampiro dándose la vuelta en su ataúd, adormilado.

No era tan temprano, eran las 8 de la noche, pero para Gregory era madrugar.

—Tenemos que ir buscar a Rudolph

—¿Qué hizo ese tonto ahora? —gira la cabeza para verla, no demasiado preocupado, entrecerraba los ojos porque la luz del exterior le molestaba.

—En este momento está volando en avión a Estados Unidos, así de grave hermanito

Esa noticia fue como un baldazo de agua fría directo en la cabeza del vampiro, lo despertó de repente.

—¡¿Qué?!

—Sep, se fue atrás de Tony y él ni siquiera lo sabe

—Papá lo va a matar

—No! no tiene por qué enterarse, iremos nosotros dos

—Anna, esto es más grande que llenar de ratas el saco de papá. Notarán su ausencia enseguida, no hay forma de que no se enteren, además ¿que no eres tú la que siempre les cuenta todo? 

La vampira pareció ofenderse con esta última pregunta, se cruzó de brazos y miró hacia un lado.

—Si lo cubrimos con una excusa inteligente podemos excusarnos a nosotros para ir a buscarlo y regresar con él como si no hubiese pasado nada...

Gregory la mira confundido ¿en serio ella quería hacer eso? Tendría que admitir que le sorprendía su repentina valentía para desafiar a sus padres y volar a lo desconocido, pero parece que de eso se trataba todo el asunto, quizás ella se había cansado de ser quien aguaba la fiesta, quizás merecía divertirse alguna vez.

—Podrás sermonearlo tú... —le dice Anna, como un último empujoncito para convencerlo.

—Me tienes hermanita, ve por tus cosas, salimos en un rato

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—¿Cabaña de retiro..? ¿y dónde queda eso? —pregunta la madre vampiro cuando Anna le cuenta su historia.

—Es un lugar que Rudolph encontró y quiso quedarse ahí mientras supera lo de Tony, nos dijo que no les dijéramos dónde quedaba pero que fuéramos a vivir con él ahí

Gregory la miraba impresionado, sabía que tenía cierta habilidad para mentir pero no que era tan creíble, se lo estaba tragando él que ya sabía que era mentira. Su lenguaje corporal se sentía tan sincero, no había una pisca de temblor en su voz

—¿Y cuánto tiempo se irán? —pregunta esta vez el padre.

—El.. tiempo que Rudolph necesite, no lo sé, un par de días