Mi Pequeño Vampiro 2 // Rudolph x Tony

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Lilith tuvo suerte de que Gregory estaba atento, porque de lo contrario, se habría golpeado con los caños sobre la pared del cuarto al caer desmayada. El vampiro la ataja hábilmente en cuanto nota su pérdida de consciencia.

—¿Qué le pasó?? —pregunta Anna desconcertada.

—Está demasiado débil, y no comió nada en ningún momento de la mañana, los humanos comen mucho —se sienta en el suelo y la acuesta sobre sus piernas, sostiene el cuello de ella con un brazo. Aún sangraba un poco la mordida.

—Ah.. pero debería recuperarse pronto ¿no? Cuando el veneno termine de expandirse

—Sí, se supone —dice quitándole el pelo de la cara y pasándoselo por detrás de la oreja— Anna, necesita comer ¿puedes ir a buscar algo de comida?

—¿Comida normal o comida humana?

—Humana, no quiero que te alejes tanto de aquí. Dijo Tony que comían en algún lugar dentro de la escuela así que debe haber una cocina, por favor busca algo para que coma cuando despierte, y si puedes algo de agua

Anna asiente y sale del cuarto en busca del encargo de Gregory. No se le complica la misión, había empleados limpiando y con uno de sus hechizos logró que le dieran un almuerzo completo con bebida y postre. Volvió con esto y se lo dió a una Lilith ya despierta, algo mareada pero despierta.

—Gracias cariño —dice Lilith al tomar la comida.

Gregory por un instante pensó que le hablaba a él pero vió que estaba mirando a Anna y entendió que no, bueno, más o menos.

—¿Cuando voy a empezar a necesitar la sangre?

—Cuando te conviertas por completo, cuando tengas todos tus poderes y eso —le explica Gregory.

—¿Y eso pasará cuando..? —dice Lilith para después pinchar con el tenedor la comida y metérsela a la boca.

El vampiro se encoje de hombros.

—En unas horas supongo, pero cada persona se puede convertir a ritmos diferentes

—Entiendo.. —abre la botella y toma un largo sorbo de agua— ¿qué hacemos hasta entonces?

—¿Dormir? No tenemos muchos lugares a donde ir tampoco —dice Anna bostezando. La verdad es no había pegado un ojo en toda la noche, los cambios de horario.

—Lo que tú quieras —dice Gregory para Lilith ignorando el comentario de su hermana.

—Mmm, hoy será mi último día en San Diego ¿no?

—Eeso creo, quieres ir.. a despedirte de alguien?

Lilith ve hacia el suelo pensativa.

—Me gustaría ir a un lugar...

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Mike los había esperado un rato afuera y lo alcanzaron justo cuando estaba por entrar al auto para irse. Obvio querían que los llevara de nuevo.

—Entonces Greg, el hermano de Ryan, dejó a Lilith entrar al club, al exclusivo club donde solo está la familia de Ryan, entiendes eso?? —Tony hablaba en código para que la mamá de Mike no sospechara nada raro.

Michael solo entrecerraba los ojos tratando de entender a qué se refería con "club exclusivo" pero después de ver a Rudolph rascarse el cuello disimuladamente con dos dedos se da cuenta y se cubre la boca sorprendido.

—¿Qué? ¿Es en serio??

Ambos le asienten con la cabeza.

—No puedo creer que lo haya hecho, estoy muy enfadado con él, no voy a volver a hablarle —resopla Rudolph.

—No me quiero meter en donde no me llaman, pero creo que no es para tanto, solo es un club, no puede ser tan grave ¿o sí? —comenta la madre desde el volante.

—Lo es mamá, lo es

Ella se ríe levemente.

—Si ustedes dicen

—Pero y esperen ¿qué pasó con Charlie? No me dijeron. No se lo encontraron ¿verdad?

—Sí, me gritó cosas en el pasillo frente a todo el mundo —dice Tony en un tono agrio, cae tarde que tiene a la madre del chico ahí enfrente escuchándolo todo— pero nos fuimos, no pasó nada malo

—Fiu, que suerte —dice Mike.

Tony ve a la madre por el espejo retrovisor que portaba una mirada algo triste.

—Lo siento Tony, profundamente, sé lo que dice mi hijo de ti y sé que debería ser yo la que lo eduque para que sea una persona respetuosa y del bien, pero su padre tiene más influencia sobre él que yo, no puedo evitarlo

—No es su culpa señora, tranquila —le sonríe Tony comprensivo.

—Al menos Micky te trata bien ¿no es verdad?

—Ohh toodles! —dice Tony para molestar a Mike, citando al icónico ratón.

—Ay, déjame —ríe el chico, no era un chiste que le afectara a este punto, ya se lo habían dicho tantas veces.

—¿Tood-qué cosa? —pregunta Rudolph, confundido, pensando que tal vez había entendido mal la palabra.

Diablos, Tony de momentos (todo el tiempo) se olvidaba que Rudolph no conocía nada de cultura general de los últimos siglos ¿cómo iba a saber quién era Mickey Mouse y cómo era la frase de su programa infantil?

—Por la frase de la serie de Mickey Mouse —lo dice mirándolo con cara de mentira para que le siga el juego— ¿te acordás? Seguro la veías de chiquito

—Ahh, sí... —asiente con un tono medio cansado de que digan cosas que no entendía, pero unos segundos más tarde entiende parte del chiste— AHH... un ratón, jaja, Mike, eres un ratón, que gracioso