Capitulo 1: El Inicio de la Pesadilla

6 2 1
                                    

El tranquilo pueblo de Rowton se despertó con un susurro de expectación en el aire cuando la familia Smithson llegó en su viejo coche familiar. La comunidad observaba con curiosidad mientras los Smithson descendían del vehículo, su presencia envuelta en un aura de misterio.

Los rumores sobre los Smithson habían comenzado a circular antes de su llegada. Algunos decían que eran una familia reservada y excéntrica, mientras que otros insinuaban que traían consigo un pasado turbio. Pero nadie podía imaginar lo que realmente desencadenarían en el tranquilo pueblo.

Esa misma noche, cuando la oscuridad envolvía las calles de Rowton, los sucesos inesperados comenzaron a desplegarse. Los habitantes escuchaban murmullos en la oscuridad y veían sombras que parecían moverse por sí solas. El ambiente se volvió tenso y cargado de un temor palpable.

*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*

Era una noche como cualquier otra o eso aparentaba, ya habían pasado días desde que llegó la familia Smithson al pueblo de Rowton. Ahora Rachel, una de las hijas de la familia Smithson, se encontraba entre la oscuridad del bosque. La luna apenas lograba filtrar su débil luz a través de las densas ramas de los árboles, creando sombras danzantes en el suelo cubierto de hojas caídas.

Desde la llegada de la familia Smithson al pueblo, algo no había estado bien. Extraños sucesos y fenómenos inexplicables habían comenzado a ocurrir. De repente, Rachel escuchó un crujido a su espalda. Se giró rápidamente y era su hermana Joselín, la otra hija de la familia Smithson.

Rachel: *Mirando a su alrededor, con una voz baja* Joselín, ¿por qué me seguiste?.

Joselín: *acercándose firme* Porque desde que nos mudamos a Rowton, todo ha cambiado. Y tú... tú has cambiado; desde entonces, te la pasas en medio de la noche en el bosque.

Mientras tanto, Penélope Smith, una chica que estaba caminando rumbo a su casa, escuchó voces provenientes del bosque. Voces que eran como un susurro en el viento, que se intensificaban con cada paso que daba, mientras se adentraba más en el bosque.

Intrigada y a la vez cautelosa, Penélope se detuvo un momento, tratando de discernir las palabras entre los susurros. A pesar de la sensación de peligro que se cernía en el aire, su curiosidad la empujó a seguir adelante.

Penélope: ¿Qué es eso?, ¿De donde vienen esas voces. *asustada*

Y las voces se escuchaban más cerca:

Penélope: Bueno, voy a seguir a pesar de mi miedo. *sigue caminando*

A medida que Penélope avanzaba, las voces se volvían cada vez más inquietantes. El bosque parecía cobrar vida a su alrededor, susurros siniestros y risas macabras resonaban en el aire. Penélope sentía cómo el miedo se apoderaba de ella, pero su determinación la impulsaba a seguir adelante.

Niña: Lo siento, *con voz que era más como un eco* llévame contigo. Por favor.

Penélope: ¿Quién eres?, *asustada* ¿Por qué estás aquí sola?.

Niña: No solo me perdí, *con voz que era más como un eco* y veo que estas perdida, si quieres te puedo ayudar. ¿Te gustaría?. *se acerca más*

Y la niña comienza a caminar alrededor de Penélope, causando que se asustara aún más:

Niña: ¿Y bien, qué dices? *sonrisa siniestra, y con voz que era más como un eco*

Penélope: ¿Qui...én eres?. *aterrada*

Penélope se sintió cada vez más intranquila mientras la niña se acercaba. De repente, la niña soltó una carcajada malévola y se desvaneció frente a Penélope. El terror se apoderó de ella mientras intentaba comprender lo que acababa de presenciar.

Penélope: ¿Qué fue eso?, *en shock* tengo que salir de aquí. *asustada*

Y Penélope sale corriendo asustada, y pedía que logrará salir del bosque:

Penélope: Tengo que salir. *corriendo*

Y Penélope ve que no encuentra la salida:

Penélope llevaba mucho tiempo corriendo por el bosque, y ahora ya estaba dando vueltas. En el silencio del bosque solo se escuchaba el rápido latido de su corazón, solo alcanzaba a filtrarse la luz de la luna de entre los arboles. Penélope se detuvo por un momento, tratando de recuperar el aliento, Penélope se apoyó contra un árbol cercano, mientras se recuperaba unos minutos despues de recuperar el aire continuo buscando la salida del bosque. Ya habían pasado varios minutos desde que estaba buscando la salida del bosque, cuando de repente diviso la salida de mirada se ilumino y con una sonrisa en el rostro camino hacia la salida del bosque. Y cuando llego a la salida, comenzo a correr hacia su casa para alejarse lo más rápido posible de ese bosque:

Unos minutos después, Penélope llegó a su casa, entró corriendo a su cuarto, cerrando la puerta detrás de ella y recostándose en ella, cansada:

Penélope: Espero no volver nunca. Ese bosque está embrujado, no cabe duda. *recostada junto a la puerta* y nadie me va a creer.

En el momento en que Penélope llegó a su casa, las hermanas Smithson salían del bosque, sus pasos silenciosos y sus sombras misteriosas. Solo el pálido reflejo de la luna iluminaba su camino. Mientras tanto, Penélope, aún temblorosa por su encuentro con aquella niña en el bosque, se encontraba recostada junto a la puerta de su habitación. La imagen de la niña con mirada penetrante y sonrisa perturbadora no dejaba de perseguirla. La mirada de la niña se había grabado en la mente de Penélope.

Ya era la mañana siguiente, era una mañana fría y con el cielo gris. Era el primer día de instituto en el pueblo y las hermanas Smithson. Las hermanas iban caminando por los pasillos del instituto sintiendo las miradas de todos los alumnos sobre ellas, unos con miedo; algunos solo se alejaban de ellas por temor. Todos habían escuchado los rumores sobre su familia desde que llegaron al pueblo de Rowton, de que ocultan un oscuro secreto. La misma noche en que los Smithson llegaron al pueblo, una serie de asesinatos escalofriantes comenzó a azotar al pueblo. Y se decía que los Smithson tenían su participación en rituales satánicos.

Las hermanas Smithson eran muy reservadas y misteriosas. Daban un aura de misterio. Siguieron su camino hacia su primera clase, que era de historia, y como es de costumbre, las presentaron a sus compañeros:

Sr. Vargas: Presten atención, alumnos. Aquí tenemos a dos compañeras nuevas, *las hermanas entran y se acercan al profesor* ellas son Joselín y Rachel Smithson, se acaban de mudar al pueblo.

Todos los alumnos del salón quedaron sorprendidos, y no tardaron en escucharse los susurros de varios de ellos:

Sr. Vargas: Silencio todos, *todos guardan silencio* chicas por favor siéntense en los lugares vacíos.

Joselín y Rachel, sin decir nada y en silencio, caminan a los sitios que se encontraban libres. Dejan sus cosas y toman asiento, cuando una voz dice el nombre Rachel detrás de ella, llamando su atención:

EscribiendoconSarahiPonce5

Almas en Pena: "No Los Dejes Entrar".Donde viven las historias. Descúbrelo ahora