Surprise!

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Ambos padres estaban emocionados, sobre todo Mingyu

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Ambos padres estaban emocionados, sobre todo Mingyu. Al fin podría usar todos los regalos que recibió antes de que Jeongyeon naciera, además de comprar muchas cosas más para su tan deseado niño. El vientre de Jihyo siguió creciendo y, poco más de dos meses después del cumpleaños de su hija menor, llegó el gran día de conocer al par de nuevos integrantes.

El ambiente en la sala de parto estaba lleno de anticipación y nerviosismo. Mingyu, con ojos emocionados, sostenía la mano de Jihyo, quien estaba concentrada en superar cada contracción.

─ ¡Mingyu, me las vas a pagar por esto! ─ gritó Jihyo entre jadeos, su tono cargado de dolor. Mingyu, con una mezcla de preocupación y risas nerviosas, intentaba tranquilizarla.

─ Tranquila, cariño, lo estás haciendo increíble. Solo un poco más. ─ Mingyu trataba de animarla, aunque sus uñas clavándose en su mano indicaban que el "tranquila" no estaba funcionando del todo.

Después de un rato de esfuerzos, el primer bebé finalmente hizo su entrada triunfal. El doctor exclamó con una sonrisa: ─ ¡Es una niña ruidosa con buenos pulmones! Parece que va a ser la más problemática en casa eh.

Jihyo, exhausta pero llena de alegría, soltó un suspiro y una risa al escuchar eso. ─ ¿Ruidosa? ¿Ya empezó con dramas desde el principio? ─ bromeó, mirando a su hija con amor mientras el personal médico se ocupaba de ella.

Mingyu, mirando a la recién nacida con admiración, se acercó y le susurró a Jihyo: ─ Una Nayeon 2.0. Las niñas Park sí que saben llamar la atención.

Pero la verdadera sorpresa llegó con el segundo bebé, su tan deseado varoncito. Este segundo bebé saliócon mucho menos esfuerzo que el anterior, por lo que Mingyu no se llevó tantos insultos esta vez.

Cuando el segundo llanto llenó la habitación, el doctor anunció: ─ ¡Es otra niña muy sana! ¡Dos lindas princesas!

El rostro de Mingyu pasó de la alegría desbordante a la confusión absoluta. ─ ¿Otra niña? ¿Dos niñas? ─ miró al médico, incrédulo. ─ Deben haber cometido un error, íbamos a tener un niño.

El doctor, intentando explicar la situación con humor, respondió: ─ Bueno, parece que en los chequeos las niñas decidieron hacerse pasar por un niño. ¡Sorpresa!

Jihyo, entre risas y agotamiento, comentó: ─ Pues parece que el destino tenía otros planes para nosotros. Dos princesitas ruidosas, Mingyu, prepárate para el doble de diversión.

Después de ese momento lleno de emociones en la sala de parto, la familia Park regresó a casa con las nuevas integrantes: Momo y Sana. Las pequeñas estaban envueltas en mantitas rosadas, siendo recibidas por Nayeon, de cuatro años, y Jeongyeon, de tres, quienes esperaban ansiosas en casa bajo el cuidado de Jisoo.

─ ¡Mami, papi, ya volvieron! ─ gritó Nayeon corriendo hacia la puerta. Jeongyeon la siguió más cautelosa, mirando con curiosidad.

Jihyo, con una sonrisa radiante, sostuvo a las gemelas en sus brazos y las presentó a sus hermanas mayores. ─ Nayeon, Jeongyeon, les presento a sus nuevas hermanitas, Momo y Sana.

Nayeon, llena de emoción, se acercó y besuqueó las mejillas de las recién llegadas. ─ ¡Son tan lindas! ¿Cual es cual?

Jihyo, divertida, respondió: ─ Esta es Momo y ella es Sana.

Nayeon, entusiasmada, miró a Jeongyeon. ─ ¡Jeongie, ven a verlas! Son nuestras nuevas hermanitas.

Jeongyeon se acercó con cautela, observando a las gemelas con ojos curiosos. Sin embargo, su expresión cambió a una mezcla de confusión y asombro.

─ ¿Por qué están arrugadas, feas y pelonas? ─ preguntó Jeongyeon con sinceridad, señalando a las gemelas.

Jihyo rió suavemente, entendiendo la reacción de la pequeña. ─ Jeongie, eso es lo mismo que Nayeon decía de ti cuando eras bebé. Sólo espera, con el tiempo se pondrán más bonitas, dale un par de días y verás.

Nayeon, con una expresión comprensiva, se acercó a Jeongyeon. ─ Sí, Jeongie, recuerda que todos éramos bebés feos y pelones al principio. Después nos volvemos bebés lindos.

Jeongyeon, aún temerosa, decidió tocar suavemente las pequeñas manos de Momo, notando lo suaves que eran. ─ ¿En serio se vuelven más bonitas? ─ preguntó con curiosidad.

Jihyo asintió con una sonrisa. ─ Sí, con el tiempo crecerán y se verán adorables. No hay que llamarlas feas, son sus hermanitas y ustedes deben protegerlas.

Nayeon, juguetona, le dio un pequeño codazo a Jeongyeon. ─ ¡Tienes que acostumbrarte, Jeongie! ─ exclamó.

Jeongyeon, tras un momento de reflexión, asintió. ─ Está bien, las quiero igual. Pero necesitan más pelo. Papi puede comprarles pelucas ¿Verdad?

Jihyo rió ante la inocencia de Jeongyeon y abrazó a todas sus hijas. La casa ahora estaba llena de risas y el dulce caos de una familia numerosa. Mientras, Mingyu intentaba lidiar con la sorpresa de tener dos niñas en lugar de un niño, lloriqueando frente a Jisoo, quien sólo le daba palmaditas en la espalda murmurando "lo sé, lo sé".

Tal vez deberían cerrar la fábrica de bebés ¿No es verdad?

Tal vez deberían cerrar la fábrica de bebés ¿No es verdad?

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ᴍᴀᴍᴀ ꜱᴏʟᴏ ʜᴀʏ ᴜɴᴀ | ᴛᴡɪᴄᴇDonde viven las historias. Descúbrelo ahora