Moonji abrió sus ojos con pesadez, los pequeños rayos de luz que lograban filtrarse por la cortina le hacían comprender que era momento de levantarse. Sonrió recordando que hoy cumplía su mayoría de edad, había esperado tanto este día que le costaba aceptar que finalmente llegó. Conocería a su loba, era tanta la emoción ante aquel suceso que no le importaba el dolor de su transformación, ella pensaba que era cuestión de tiempo, después no le dolería en absoluto.
Fue imposible no llenarse de nostalgia al recordar a sus padres, deseaba que estuvieran acompañándola en el paso tan grande que daría hoy. Sin embargo, trato de cambiar su animo recordando a su hermano, Kim Namjoon. Él se había comportado como un excelente hermano mayor desde que asumió ese rol como su tutor, sentía un inmenso orgullo por él, por todo lo que ha logrado a pesar de las circunstancias. Su hermano ahora era el segundo al mando de la manada, tal como lo había sido su padre. Y para Moonji, desempeñaba su papel a la perfección.
La joven deseaba ocupar un lugar igual de importante al de su hermano. Quería ayudar, proteger y cuidar a la manada pero debía esperar pacientemente, ya que por ordenes del Alfa todos los jóvenes tenían que entrenar para defenderse de futuras amenazas. Así que eso hacia Moonji, todos los días iba al campo de entrenamiento para tomar las clases junto a sus amigos. Aunque hoy harían una excepción con ella, podía tomarse el día libre para recuperarse de su transformación.
Para la manada Sombra Nocturna era muy importante encontrar a su pareja, representaban dos almas conectadas por la diosa de la Luna, convirtiéndose en lo mas valioso del otro. Moonji pensó en su hermano, él no había encontrado aún a su pareja, ¿le pasara lo mismo a ella?, se preguntó. Él no era el único, el Alfa tampoco tenía una. Por eso su madre seguía teniendo el titulo de Luna, hasta que el Alfa encontrara a su pareja, ella seguiría ejerciendo como tal.
Elena había pasado por momentos difíciles tras el fallecimiento de Seojin, el antiguo Alfa. La admiraba por la resiliencia que tuvo, porque Moojin sabía cuánto estaba sufriendo pero aún así mantuvo una postura fuerte y decidida. También le tenía mucho cariño por la ayuda que les brindo después de la muerte de sus padres, la veía como una segunda madre. Por eso la invitó a estar presente en su transformación, Elena, su hermano y sus dos mejores amigos habían sido los elegidos para acompañarla.
Pero volviendo al punto, Mooji bajó las escaleras llevándose una sorpresa poco agradable. Yeonhee estaba en la cocina observándola como si pensara en la mejor manera para asesinarla. —Yeonhee—Moonji pronunció su nombre tensándose por completo.
—Buenos días, fea—Sonrió satisfecha, le encantaba generarle malestar a la menor. —Debe ser genial dormir hasta tarde.
Moonji asintió. —Deberías intentarlo—Le dió una sonrisa falsa. —No cabe duda que lo necesitas.
—Maldita perra—Dijo entre dientes. Estaba furiosa. —Me convertiré en la Luna muy pronto, y te desterrare tan rápido, que no seras capaz ni de pestañear.
La castaña suspiró, siempre decía lo mismo. Moonji sabía que era capaz de hacerlo, por lo que solo podía esperar a que eso jamás sucediera. Quiso contestarle pero el ruido de la puerta principal se abría, en cuestión de segundos su hermano y el Alfa aparecieron frente a ellas. Vió a Yeonhee esbozar una gran sonrisa, lo que provocó que ella pusiera los ojos en blanco. ¿Por qué nadie se daba cuenta lo hipócrita que era?
—Buenos días, nena—Namjoon saludó a Moonji, besando su frente. Él tenía la costumbre de llamarla así porque era mas pequeña que cualquier lobo de su edad, le encantaba recordárselo, sobretodo porque a diferencia de ella, él era enorme.
—Buenos días, Nam—Sonrió levemente. —Buenos días, Jungkook.
Solamente en casa podía darse el lujo de llamar al Alfa por su nombre, en otros lugares debía referirse a él como 'Alfa', 'Alfa Jungkook ' o 'Rey Jeon'. Por supuesto que ese privilegio no le gustaba para nada a Yeonhee, quien le lanzo una mirada asesina por encima del hombro.
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KING'S CHOICE - JJK
Fanfiction❝ En el silencio de sus aullidos, ella encontró la fortaleza para sanar, transformando la oscuridad de un rechazo en la luz radiante de su propio renacer. Forjando un destino que solo ella puede moldear. ❞