ᴜɴ ᴀᴍᴏʀ ɴᴜᴇᴠᴏ •ᴘᴇʀᴜ́ x ʀᴜsɪᴀ• ʏ ᴍᴀ́s

17

Eran por lo menos las 8:54 de la noche. El bicolor estaba llegando con sus amigos después de un largo día de compras. Rápidamente todos ellos entraron a la casa, dejaron lo que compraron y el pequeño estaba listo para cocinar.

Entro a la cocina y saco los ingredientes. Lavo las papas, pelo la zanahoria y las corto del tamaño de una arveja.

Puso a hervir por separado: mientras que las zanahorias, papas y arvejas están en agua hirviendo con sal. Teniendo cuidado que no se le deshagan las verduras, poniendo a hervir durante unos 7-10 minutos.

Cuando ya estaba cocido, dejo escurrir las verduras y dejando que se enfríen, prefirió en el congelador para que pierdan todo el agua de la cocción.  Cuando estuvieron listos los huevos inmediatamente los metió en agua fría, los pelo y dejo enfriar. Corto pepinos en cubos muy pequeños.

Pelo las verduras, al estar listas, las puso en un recipiente y agrego los pepinos. Luego condimento con un poco de aceite de oliva y vinagre (1/2 cucharadita).

Sal pimienta. Al estar todos los ingredientes fríos y listos, agrego mayonesa y rectifico la sal. Después agrego los huevos cocidos y cortados.

Y listo.

«Ensalada rusa tradicional»
(Nose pero se ve rara).

—Que rico huele— acercándose al bicolor. —Ya está listo?— pregunto el ucraniano.

—Eh! Si JEJEJE— un poco nervioso.

—¿A que hora cenaremos?

—La verdad no lo sé, pero pronto, supongo.

—Le aviso a Rusia?

—Pues, si, supongo— un poco nervioso, temía a qué no les guste lo que preparo. Más ver la cara del ruso con decepción.

—Entonces voy, ya vuelvo— saliendo de la cocina.

El ucraniano se dirigen hacia la habitación de su hermano, para avisarle que la cena ya estaba lista y si ya podían comer.

Toca la puerta —Rusia!— exclamó. Alterando al mencionado, el cual estaba viendo una foto de un chico, lo oculto y se dirige a la puerta.

La abre —Que— serio.

—La cena ya está lista, ya podemos comer?— pregunto, ya tenía hambre y demasiada.

—Pues supongo.... Avísales a los demás, ya bajo.

—Bueno.

—Ah! Y dile a Perú que el también cenara con nosotros— dijo para cerrar la puerta.

—Ah!.

Después de unos minutos todos se encontraban sentados en sus sillas, esperando la cena con ansias.

El bicolor traía con sigo, platos con la ensalada. Dándoles a cada uno su plato.

—Espero lo disfruten— un poco nervioso, temía a la reacción de todos.

—Perú, tu no comerás con nosotros?— pregunto Bielorrusia.

—Eh!? No, no no deseo incomodar, en su cena.

—No, lo haces. Ven siéntate— señalando una silla cerca de el —¿Perú?— pregunto.

—Encerio, gracias Rusia— alegre se va a buscar su comida.

Todos ya estaban sentados. Cada uno probó su comida, se sorprendieron, estaba deliciosa.

—Omg, esta deliciosa— exclamó Kazajistán. —Tu si sabes Perú.

—G-racias.

—Esta muy buena— dijo el ruso.

—Gracias.

—Que toque le habrás dado, pero está riquísima— exclamó  Bielorrusia.

—Esque me esmere a que salga lo más delicioso posible— tomando el jugo.

—Perú!— exclamó el ucraniano, se acercó al pequeño bicolor.

—Eh!

—Quedate— con cara de perrito —Tu comida es deliciosa y no aguantaría que te vallas!!!

—No es para tanto— dijo. Estaba nervioso.

—Por favor— carita de perrito.

—No lo sé, tampoco creo que los demás quie-.

—Yo si!.

—Igual!

—Eh!? Pero nose capaz Rusia no.

—Quedate— probó otra ves su comida. —si deseas quédate en nuestra casa.

—Pero, y mi casa. No puedo irme así nada más!— si deseaba quedarse, pero no quería incomodar.

—Tres tus cosas y te acomodas, cuánto tiempo desees.

—Bueno, un mes... O dos semanas— nervioso —pero primero tengo que ir a mi casa y arreglar y eso.

—Entonces, mañana traes tus cosas y arreglas tu casa.

— Está bien, muchas gracias, Rusia!— sentía que iba a caer de la silla.. quedarse durante un mes entero con ellos y el!!!

—JEJE, no es nada pequeño.

—No se, pero pa mi que estos tienen algo— susurro el ucraniano a su hermano Bielorrusia. —Tu que crees?

—Literal, pa mi que ellos son pareja y se dan sus besitos.

—Que!?— pregunto el peruano, escucho lo último pero lo demás no.

—[Maldición lo dije en vos alta]— se maldijo. —eh! No nada, jejejeje.

—Bueno— solo sonrió y siguió comiendo.

—Uff!.

—Hmp!?— soltó el ruso.

—[Hay no, otra vez].. No nada— se maldijo internamente.

—•—

Un pequeño chico Omega estaba despertando de su hermoso sueño.

¿De que trataba?

Pues de que se besaba con el chico que ahora ama. Un lindo beso entre ellos, todo lo que el pequeño deseaba, pero todo se fue al diablo porque sono su alarma.

—Ah! Mierda— maldijo. —porque.... Hay, ya que— se levanta de su cama, la tiende. Se dirige a el armario d ella habitación, saca su ropa. —Mmh!... Ahora tengo que ir a mi casa a ordenar, limpiar y asegurar que todo está de maravilla.

Hola espero les haya gustado el capítulo, perdón por la demora, estuve ocupada.