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—¡Deja de molestar mi trasero que aún duele! —El castaño chilló, dándole golpes en la cabeza a su tonto y calenturiento alfa

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—¡Deja de molestar mi trasero que aún duele! —El castaño chilló, dándole golpes en la cabeza a su tonto y calenturiento alfa.

El rubio lo llevaba cargado, era más cómodo que caminar, pero sus manos no se estaban quietas y apretaban bastante su adolorido trasero, en parte no era que odiara ser manoseado por el rubio, lo hacía sentirse deseado por él y su Omega se regocijaba por eso.

Pero dolía, después de muchas rondas sudorosas de "amor", ya no podía más, habían pasado dos días más en la carpa de la cascada, fue agotador, pero el agua también ayudaba a relajarlo un poco.

También se sentía lleno, su vientre se sentía pesado, y estaba más que seguro que ya pronto le estaría creciendo.

Estaba feliz y un poco abrumado, sentía que estaba haciendo una vida muy rápido, además, ni siquiera sabía en donde estaba exactamente, no sabía en donde estaba su madre o amigos, y debía averiguar eso pronto.

—Oye, Koo-... ¡Auch! ¿Qué fue eso? —El rubio quien estaba caminando de manera rápida se detuvo de repente haciendo que chocará su cabeza con él.

El rubio parecía mirar todo detalladamente buscando algo en los alrededores. Parecía un lobo atento a cualquier movimiento de una presa, hasta que escuchó una pequeña ramita romperse.

Yoongi también se quedó en silencio, podría ser cualquier animal salvaje que los esté acechando, por eso, solo se dejó llevar con cuidado cuando el rubio caminó lentamente hacia el origen del sonido.

Jungkook incluso lo bajó lentamente de su espalda, el castaño solo se dejó hacer y miró curioso como el rubio seguía caminando sigilosamente.

—¡¿Tú, quien chucha eres!? —Escuchó el grito del rubio, aunque no entendió nada, pero lo que si reconoció fue un grito que escuchó después.

—¡Espera, Kookie, no lo mates! —Yoongi ignoró los dolores de su cuerpo para correr hacia donde estaba el Alfa y detenerlo.

Cierto Omega de cabellos amarillos estaba acorralado contra un árbol y un Alfa estaba al frente suyo muy confundido, también algo atónito.

—¿¡Y-Yoongi!? —Exclamó incrédulo el Omega de ojos ámbar, que segundos después se puso lloroso y se lanzó sobre el castaño para abrazarlo. —¡Yoongi, no sabes lo preocupado que estuve!

—¡Yo también estuve preocupado! —Yoongi estaba muy feliz, se había reencontrado con su amigo de infancia, en realidad quería saber donde estaban los demás también y su madre, pero estaba feliz de encontrarse con un rostro conocido después de tanto.

Jungkook no sabía que hacer, de un momento a otro de estar confrontando a un intruso en su territorio, a estar viendo como su Omega chillaba y lloraba de felicidad mientras se abrazaba con el desconocido, que también era Omega.

Fue como un golpe para su nariz, el aroma de dos omegas eufóricos y muy felices, nunca pensó oler algo así, instintivamente él también se relajaba, era extraño pero placentero.

𝗞𝗜𝗡𝗚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora