Sepulcro (Próximamente en Físico)

Cazeria

Esa voz. Maldita sea, todo mi organismo está en completo estado de shock. Ni en mis últimos momentos de vida podría olvidar el sonido de su voz.

No estoy lista, ese es el primer pensamiento que me recorre cuando soy consciente de quien está a mis espaldas.

-Creo que se equivocó de persona- es todo lo que digo mientras me alejo lo más rápido posible de él.

No puedo, no puedo verlo. No cuando su mera presencia me devuelve a todos los momentos que pasamos juntos y más cuando la idea de que compartimos un pequeño pedazo de ambos en Ayax me pone más ansiosa.

Sin voltear a ver a nadie de los presentes, busco la salida más cercana. Luego les explicaré a Svetlana y a Adriano lo sucedido. Espera un segundo, ¿Qué pasó con Adriano?

Estábamos bailando en un momento y al siguiente ya tenía al único hombre capaz de nublarme el juicio tocándome. Debería sentirme avergonzada de que un simple toque suyo me vuelva loca.

El sonido del mis pasos es lo único que se oye por el pasillo en el que transcurso.

Vamos Fiorella un poco más y podrás salir de aquí.
No sé porqué me sorprende encontrármelo aquí, después de todo tiene gran influencia en este tipo de negocios y no olvidemos su puesto en la mafia. Tarde o temprano nos encontraríamos, pero creí que tendría más tiempo para prepararme y si la suerte estaba de mi lado, tener a mi hijo en mis brazos.

Cuando diviso la puerta que imagino es la salida de emergencia, siento una ráfaga de alivio recorrerme de pies a cabeza.

Por mi visión periférica veo una gran sombra acercarse. Voy a tomar el cuchillo de mi muslo, pero la persona es más rápida y en un movimiento ágil, estoy con el rostro pegado al frío mármol de la pared.

-Nunca trates de escapar de mí, corderito- su cálido aliento me provoca la piel de gallina en todo mi cuello-Recuerda que este zorro siempre te cazará.

-Tiene tres segundos para soltarme señor Telnaster o no responderé por las consecuencias- digo, mi voz más segura y confiada. Siento sus manos colocarse otra vez cerca de la abertura de mi vestido.

-Pretendes lastimarme con esto- dice tocando el cuchillo.

-Le demostraré que ya no solo los utilizo para cocinar- sus manos se alejan de la zona y son colocadas en mis brazos para girar mi cuerpo y dejarnos rostro con rostro. Verde y café se enfrentan después de todo este tiempo.

-Tenemos muchas cosas de las que hablar mi Fiorella- dice con la voz entrecortada. Trato de pasar por alto la mirada vulnerabilidad en su expresión y endurezco mis rasgos.

-No tengo absolutamente nada que hablar con usted- digo levantando la barbilla- No estamos relacionados de ninguna manera.

-Eres mi prometida- dice endureciendo la mandíbula-Te he estado buscando como un loco todo este tiempo- sus manos tratan de tocar mi rostro pero me alejo-Te hemos extraño- dice en un murmullo. Incapaz de seguir en su presencia hago lo que debo, alejarlo para siempre.

-Soy tu ex prometida- digo safandome de su agarre-Y hace mucho tiempo que ya no existes para mí, ahora solo eres Maximiliam Telnaster, el hombre que me abandonó cuando más lo necesitaba- su rostro cae en un gesto de derrota- Las promesas que me hiciste fueron tan fuertes como el peso de una pluma. Talvez lo sepas o no, pero estuve en el maldito lugar del que me hablaste una vez- doy un paso más cerca de él y viéndolo a los ojos añado-Tú maldita abuela me dejó en ese infierno- sus ojos se abren por esa revelación de mi parte.

-Fiorella, yo no...- levanto las manos deteniendo sus palabras.

-Ya es tarde, aquí- digo señalando entre nosotros- No existe nada, lo único que me une a ti, es el profundo odio y sed de venganza hacia tu abuela.