Fiorella
Abro mis ojos, no hay mucha diferencia si soy sincera, todo a mi alrededor está oscuro. Mi cabeza me duele a montones, siento una punzada horrible en mi pierna derecha, estoy muy mareada.
Trato de ponerme en pies y recobrar un poco la compostura. Necesito estar orientada para saber donde estoy. Todo lo que recuerdo es haber ido a la mansión de los Jardines Blancos a ver a Ana y su rutina.
Poco a poco mi mente va recordando los últimos acontecimientos. Nicholas, cuando llegué a la mansión me atrapó y actuó como un completo lunático diciendo cosas que espero no sean verdad. ¿Maximiliam mató a mis padres?. El solo pensamiento me hiere más que cualquier herida que tenga, pero dejaré ese asunto para más adelante, necesito saber donde estoy.
De nada sirve que voltee a ver a mi alrededor, todo es oscuro y hace un frío terrible. Toco mi cuerpo, aún tengo puesto mi atuendo que me coloqué esta mañana o creo que fue esta mañana, ya ni sé que día es. Madonna Santa, ¿A donde me trajo la lunática de Lucrecia? O peor aún ¿Qué quiere hacerme?
Recordando lo que me dijo antes de que me drogaran, fue que se encargaría de que yo no me interpusiera entre ella y... Cazzo, ahora si estoy completamente mareada, ¿Ella y su nieto? No puedo creerlo, me trajo a Dios sabe donde porque piensa que me interpongo entre ella y su enfermizo amor por Nicholas.
Estoy algo asustada, no sé dónde estoy, tengo frío y hambre, de hecho tengo mucha hambre. Abro los ojos cuando el pensamiento del bebé me asalta, coloco mis manos en mi vientre.
-No sabes lo feliz que me hace la idea de tener un bebé, pero si estoy expuesta al peligro, espero que aún no estés en mí- siento algo salado en mis labios, una lágrima, no sé que condena estaré pagando, pero no quiero estar lejos de Maxi.
Lo necesito, necesito a mi Maxi, a Jennifer y a mi grandote, son mi familia. Solo espero poder salir de este lugar. Tomo un profundo respiro, vamos Fiorella, no es momento para llorar.
Busco con mis manos algo que me indique donde estoy. Solo siento tierra y algunas piedras, sigo buscando, pero es lo mismo, tierra y más piedras, un momento, ¿Esto, es una verja?
Sigo tocando y sí, es una verja, de hecho son muchas, parece una especie de reja, no estoy segura.
-¡¡¡Ayudaaaa!!!- grito, pero me arrepiento al instante, si Lucrecia me trajo aquí es porque nadie que se encuentre alrededor me ayudaría.
Escucho el arrastre de algo, se escucha como si estuvieran arrastrando unas cadenas muy pesadas, esto acompañado de pasos fuertes.
De repente las verjas en las que me apoyaba se mueven hacia un lado, por instinto las suelto y retrocedo. Trago saliva, Nona protegeme, al menos hazlo hasta que Maxi me encuentre, sé que lo hará, mi corazón y mi alma confían en él.
El arrastre del objeto que creo son cadenas, se detiene. Luego de manera inesperada una luz se enciende de algún lugar iluminando todo el espacio, parpadeo acostumbrando mis ojos a la nueva luz.
Cuando enfoco mi vista lo primero que veo es que estoy en una especie de recámara subterránea, creo, por las paredes de tierra, pero eso queda en segundo plano. En estos momentos observo aterrada al hombre frente a mí, es espeluznante.
Tiene una cicatriz que va desde el inicio de su cabello, baja por el puente de su nariz y termina en su cuello, está rapado, es alto, muy alto, con un cuerpo grande y lo peor de todo es que tiene una sonrisa siniestra y sus ojos, esos ojos parecen disfrutar de infundir miedo. Jesús, esto me pone aún más nerviosa, en sus manos efectivamente, trae un par de cadenas.
Coloco mis manos de manera protectora en mi estómago, no me importa si estoy o no embarazada, mi instinto me dice que me proteja. Al ver mi reacción el hombre sonríe satisfecho. Con la voz más oscura que he escuchado en mi vida dice lo que jamás me imaginé:
-Tú debes de ser nuestro nuevo inquilino- se acerca paso a paso hasta llegar a mí, en cada paso que daba yo retrocedía uno, hasta que quedé acorralada, trato de empujarlo, pero es absurdo, me gana en todo los sentidos y la fuerza es el primero, me toma de las manos y me las coloca de manera brusca sobre la cabeza, luego toma una de las cadenas que trae con él y me rodea el cuello, siento como hace presión cortandome el paso del aire, me levanta la cabeza jalando la cadena y hace aún más presión- Bienvenida a la Fosa.
Muchas gracias a todos los que me acompañaron hasta acá, se los agradezco de todo corazón.
Sé que tendrán muchas dudas con respecto a la historia, así que hoy estaré dejando una cajita de preguntas y respuestas en mi ig: @majotaleno.
Los quiero mucho y besos en el poto 💋
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Sepulcro (Próximamente en Físico)
RomanceLas tragedias pueden marcarte para toda la vida. Las marcas pueden cambiarte la vida. La vida puede ser una verdadera tragedia. Fiorella Leblanc es una joven italiana que lo único que desea es conseguir un empleo para retomar sus estudios. Tras la m...