El apacible enclave costero de Montevil aún se estremece por los sombríos eventos del 31 de octubre de 2021, cuando la desaparición de Samanta Ledesma, una joven promesa deportiva, sumió a la comunidad en un estado de incertidumbre y misterio que pe...
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E L E N A .
Elena se había sumergido por completo en la lectura de artículos de periódicos, publicaciones en línea y vídeos de noticias locales que cubrían los últimos meses. Cuando el reloj de su mesita de noche marcó las cuatro de la mañana, sentía que no quedaba ningún detalle sobre la familia Ledesma y la desaparición de Samantha que no conociera, al menos nada que se hubiera divulgado públicamente.
Los Ledesma habían amasado una fortuna colosal gracias al deslumbrante paisaje costero de Montevil y a la meticulosa promoción de este destino como un paraíso cristalino de gran exclusividad. Eran propietarios de un lujoso hotel situado en la orilla del mar y habían sido cofundadores del Festival Naval de Verano. Además, gestionaban una empresa de alquiler de lanchas, ofrecían excursiones marítimas y contaban con una tienda especializada en repuestos y reparaciones de artículos de pesca. Habían exprimido cada recurso disponible hasta transformar la región en el epicentro de sus prósperos imperios comerciales.
La revelación de esa información sembró en Elena la primera chispa de duda. ¿Por qué habían decidido irse si tenían aquí la base de su exitoso estilo de vida? Parecían tener una fortuna lo suficientemente grande como para vivir sin preocupaciones, así que no parecía necesario alquilar la propiedad en la que ahora vivían su padre y ella. Aunque Lucian ganaba lo suficiente para asegurarles comodidad financiera, rara vez derrochaba en caprichos, lo que sugiere que el precio ofrecido por la casa debió ser irrisorio para despertar su interés. Entonces, ¿por qué reducir su valor real? Elena sabía que la casa llevaba meses disponible para alquilar. ¿Por qué nadie la había arrendado antes?
Por otro lado, la desaparición de Samantha Ledesma resultaba tan misteriosa como las acciones de su propia familia. La última vez que los señores Ledesma vieron a su hija de 17 años fue a las cinco de la tarde del 31 de octubre de 2021. Según varias entrevistas concedidas a los medios, relataron que Samantha se dirigió a casa de unas amigas para prepararse para una fiesta de Halloween. Alrededor de las 8:00 de la noche, recibieron un mensaje de ella confirmando su llegada a la fiesta, seguido por otro cerca de las 10:00 donde les informaba que se quedaría en casa de una amiga a pasar la noche. Sin embargo, nunca más respondió al teléfono. Al día siguiente, preocupados, contactaron a todas las personas que conocían, empezando por el grupo de amigas con las que había salido, pero ninguna la había visto. Nadie pudo confirmar su paradero esa noche, lo que llevó a la familia a decidir informar a la policía.
Dada la prominencia de la familia Ledesma, era de esperarse que no se escatimaran recursos en la cobertura mediática, ya sea en las páginas impresas de los periódicos o en los caracteres infinitos de internet. Ante la escasez de pistas sobre su desaparición, extensos artículos detallaban su destacado desempeño como deportista en el Instituto Arcadia, mientras que otros cuestionaban la competencia de la policía y reiteraban la desesperada petición de sus padres por el regreso de su hija.
