2. Mi cambio

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Me prometí cambiar, sabía que era algo imprenscendible por lo que esto sería serio.

Deje pasar el tiempo, durante este lapso me cambié a un instituto privado donde habían menos alumnos, todos eran muy honestos y solidarios conmigo, me sentía bien en definitiva, tanto que estaba dudando en cambiar porque a pesar de que muchos me odiaban por como era, había gente como esos chicos que me querían y apoyaban tal como era. Pero esas dudas se desvanecieron porque de todas formas era una promesa para mí misma, era lo mejor, "Hagámoslo", pensaba en mi mentem

Lo primero que hice fue decirle a mi madre que me ayudara con el acné, ella comenzó a comprarme medicamentos, a llevarme a tratamientos y todo lo necesario para que esto terminara. Era algo doloroso pero funcionaba, al fin podía ver mi piel perfecta, totalmente sin ninguna imperfección. Al lograr esto decidí drásticamente que debía si o si eliminar los brackets de mis dientes, era algo incómodo y me era referente de burlas por lo que también se fueron. Ahora lucía claramente mejor, ya estaba recuperando la confianza en mi de a poco, el tiempo fue decisivo en este cambio. Esto ayudó demasiado a mi autoestima y almenos con esto, comencé a quererme. Sin los brackets, ya podía sonreir naturalmente, mis labios ya estaban a la perfección, sin cortes por los malditos frenos, ahora podía distinguir su color rojizo natural.

Luego de esas cosas comencé con las metas a largo plazo, lo que debía hacer real y necesariamente era bajar de peso, por lo que cuando cumplí 16 años, ingresé a un gimnasio. Mientras intentába bajar de peso ahí, le dije a mi mamá el último cambio que esperaba, que era una operación laser a los ojos, odiaba los lentes. Pero ella me dijo que no tenía el dinero suficiente como para operarme. Yo me angustie demasiado pero ella me dió otra opción, la cual era sustituir los lentes ópticos por unos lentes de contacto, obviamente acepté, osea no perdería la oportunidad de eliminar estos asquerosos lentes.

Ahora si, ahora estaba bien, me sentía liberada de todo el peso espiritual que sentía con aquellos horribles accesorios. Pero aún mis pesadillas no terminaban, aún había algo más que debía hacer, debía bajar de peso, era lo que más me afligía, era la razón de que en las noches llorara, cada vez mis llantos eran más apagados porque había comenzado a bajar de peso y eso me mantenía de pie y con ganas de seguir esforzándome pero no llegaba a cumplir mi meta aún.

Me había obesionado tanto con mi peso que comencé a hacer cosas sin autorización de nadie, todo a escondidas, salía a correr en las noches, casi de madrugada. Todo este tiempo fue monótono y cada día era igual al anterior pero hubo un hecho que me marcó un poco y tomé la decisión de crear un diario para relatar las cosas que pasaba o veía cuando salía a correr en las noches. La verdad lo que ocurrió ese día fue horrible pero me sirvió.  Si algún dia alguien lee mi diario, sabrá porque le temo a la oscuridad.

Domingo, 27 de febrero, 2014.

Este día ocurrió algo desastrozo, es el primer día que escribiré porque es el más importante.

Iba corriendo por la plaza de Meetstreet, en ese entonces eran como las 1 de la madrugada y no había nadie en las calles. Lo que me daba más confianza pero a la vez más miedo. Me acerque a un arbusto porque escuché un ruido, era un ave atrapada en una cajita, apenas la liberé, sentí una voz que decía que me quedara quieta. Obedecí y siento que me agarraban de mi coleta,jalándome hacia arriba para que me levantara, en el momento en el que estaba de pie, siento su mano en mi cuello y segundos después veo una navaja. Por su voz, el sujeto aparentaba unos 35 años y repetía incansablemente que si me movia me iba a rebanar el cuello. Yo estaba asustada, pensaba muchas cosas,  repetía en mi conciencia que amaba a mi familia y que los extrañaría, pero todos los pensamientos los interrumpió el sujeto con una acción, comenzó a tocar mi trasero, en ese momento recordé unos horribles y asquerosos momentos que viví cuando pequeña, el odio se apoderó de mi, el asco se reflejó en mis ojos y sin mas preámbulos mordí tan fuerte su mano que sentí correr su sangre en mi cuello. Comencé a correr tan rápidamente, que el sujeto no me logró alcanzar, (un año corriendo me sirvió después de todo).



My secret followerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora