En la playa

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Hola! Bueno. Para nuestra buena suerte nos fuimos junto con nuestras familias a la playa y la calentura nos ganó.

Era el segundo día y estábamos muy contentos, decidimos ir a una playa bastante solitaria y tranquila. Cuando llegamos, nuestras familias se pusieron a armar las sombrillas y las carpas.

Nosotros nos quisimos meter al mar porque hacía mucho calor; nos metimos solos y no había mucha gente. Cuando empezamos a jugar con las olas, yo sentía que el me tocaba el culo pero pensé que era sin querer. Hasta que en un momento el me agarra el culo con fuerza y me pega a él.

Debo decir que no fue el momento más cómodo del mundo, pero mis pezones ya estaban duros y sentí su verga dura contra mí. Se la toqué por arriba de la bermuda y seguíamos pegados.

Después de un rato de tocarnos disimuladamente nos llamaron para que vayamos a comer y fuimos. Cuando terminamos de comer, dije que tenía que ir a el baño y el me dijo que me acompañaba porque también tenía que ir.

Fuimos a el baño y cuando llegamos entramos juntos, apenas entramos el me empezó a besar desesperado. Me empezó a manosear como si de eso dependiera su vida. Mi cuerpo se erizó y solo quería una cosa, que me la meta.

Mientras el me tocaba yo le bajaba la malla y le empezaba a tocar la pija. La tenía durísima. El por su parte ya se había adelantado y ya me había sacado el bikini. Me pegó contra la pared y me empezó a chupar los pezones, saboreandolos. Yo gemía como loca. En un momento, el se quedó sin aire. Yo bajé y empecé a chuparle la pija. Arranqué haciendole círculos con la lengua en la punta y después a pasarle la lengua por toda la pija y los huevos.

El me ordenó que me pare, le hice caso. Me pegó contra la pared, me dijo que abra las piernas y Zaz, me la metió sin perder tiempo y sin condón. Yo grité de dolor, un dolor que se convirtió en placer. Me la metía y sacaba como loco. Después de un mete-saca muy intenso, yo no podía dejar de gemir.

El me puso en cuatro en el piso, y sin decir nada, me la metió en el culo, grité más, pero el placer me ganó y le empecé a decir que era su puta, que el era mi papi y que me hiciera de todo. El me seguía metiendo la pija. Yo no aguanté más, me corrí y me mojé toda. Dos minutos después de que yo acabara. Sentí 6 fuertes chorros de leche rellenando mi culo, el me había acabado adentro y yo estaba como loca. Sentía su leche escurriendo por mi culo mientras me daba besos.

Mientras estábamos super agitados, me llama mi mamá, le dije que ya íbamos porque había mucha gente en el baño. Nos cambiamos rápido y volvimos como si nada.

Sexo con mi PrimoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora