RAINY DAYS - KTH & JJK

FIRST MEET

Que curiosa podía ser la manera de actuar de los seres humanos cuando se encontraban de frente con la tentación en persona, con el instinto dominando todos sus sentidos y el corazón latiendo desbocado en su pecho. Taehyung nunca se consideró una persona fácil de atrapar, pero cuando el pecado cruzó la puerta de su galería vistiendo unos jeans ajustados y una horrorosa chaqueta de mezclilla, comenzó a reconsiderar su propia autopercepción.

Primero notó el cabello negro atado en una coleta alta, después su –a su criterio– terrible decisión de vestimenta y por último esos ojos... El artista se sintió atraído casi de inmediato cuando ese par de galaxias chocaron con su mirada por una fracción de segundo, antes de que lo pasaran de largo para mirar de manera condescendiente todo su arte, pero eso no podía importarle menos.

"Hola, tú."

Taehyung mentiría si dijera que no se mantuvo detrás del joven por los siguientes veinte minutos, lo observó moverse entre los pasillos, juzgando todas y cada una de sus pinturas sin consideración alguna. Aquello, al contrario de molestarlo, solo lo hizo sentir más y más atraído.

"Muchacho insolente." Caminó detrás de él, como una sombra "¿Qué es lo que buscas?"

Pero de pronto y sin aviso alguno Bambi se mostró interesado, verdaderamente interesado, en una de sus creaciones. Una que era especial.

"Te tengo."

Taehyung se acercó a paso lento, no queriendo llamar demasiado la atención, pero sintiéndose desesperado por establecer algún tipo de contacto con el cervatillo. Se colocó detrás del chico, manteniendo la distancia necesaria para no parecer invasivo, y observó su propia pintura con indiferencia, o al menos pretendió hacerlo, pues al estar más cerca del chico pudo percibir un ligero aroma a lavanda y no se contuvo de apreciar su rostro, reparando en sus facciones un poco más de lo necesario, especialmente en la cicatriz en su mejilla y en la mueca que se formaba en sus labios al observar con detenimiento la obra frente a él.

—¿Qué le parece? —se aventuró a preguntar, su voz era baja, lo más parecida a un susurro, pero lo suficientemente alta para ser escuchada por el cervatillo.

—Aceptable, supongo. —ni siquiera se inmutó, simplemente le respondió con voz sobria, no hubo miradas furtivas, ni alguna mueca de asombro o sobresalto por su repentino acercamiento. Desconcertado, Taehyung observó al chico, con el ceño fruncido y una mueca en el rostro, pero no se dejó intimidar por la indiferencia que denotaba, enfocándose más en la condescendencia de sus palabras.

—¿Aceptable?

El atisbo de una sonrisa apareció en su rostro cuando se encogió de hombros y dijo:

—No es horrible.

El pintor, sintiéndose aún más atraído por la crudeza de sus palabras, soltó una risa confusa y lo miró intrigado.

—¿Todas las demás le han parecido horribles?

—No todas, algunas me parecen más... —vaciló un poco, como si no encontrara las palabras correctas para describir—..., vacías. No son horribles en su totalidad, pero les falta algo.

"Touché, debo reconocerlo, cervatillo, eres inteligente. Tal vez un poco arrogante, también."

—Ya veo... —Taehyung asintió y se aclaró la garganta, no queriendo terminar con la conversación.—. Este se llama "La calma prima della tempesta."

Su comentario fue casual, algo tan aleatorio que era casi evidente que lo que buscaba era seguir hablando con él, cosa que, al parecer, fue notada por el chico.