Capítulo 1

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Vanessa

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Vanessa

Los aplausos invaden la sala y no puedo contener una sonrisa. Acabo de agregar a mi lista de éxitos uno de los casos más importantes para mi carrera como abogada, y la satisfacción que siento es indescriptible. Por fin he logrado hacer justicia para mi cliente y su familia.

Desde que inicié a ejercer mi profesión nunca he perdido un caso, siempre me entrego y doy todo de mí para que mis clientes tengan la justicia que tanto desean y necesitan, y sabía que esta vez no sería la excepción.

-Muchas gracias, señorita Jones -dice mi cliente con los ojos húmedos.

-Solo hago mi trabajo -le respondo con una sonrisa.

Mi cliente fue acusado injustamente de un delito de asesinato. A pesar de las pruebas circunstanciales en su contra, pude demostrar su inocencia y desacreditar el testimonio de los testigos falsos. Fue un trabajo que duró meses, pero finalmente lo logramos.

No hay forma de describir lo lleno que siento el corazón cada vez que se demuestra que una persona es inocente. Por esto estudie derecho, y por esto le dedico mi vida a esta profesión, para que, aquellos inocentes tengan la libertad que merecen, y que los culpables paguen por sus acciones.

La sala sigue sumergida en el bullicio de la gente que celebra el logro que acabamos de obtener, los familiares de mi cliente se abrazan y lloran al mismo tiempo por la felicidad. Algunas personas se acercan a mí para felicitarme por el gran trabajo que realicé, mientras que mis oponentes me miran con enojo y frustración. Aprovecho el momento para dedicarle una sonrisa de satisfacción a mi colega rival y enfurecerlo más por su fracaso.

Después de recoger mis cosas y despedirme de mi cliente, salgo del edificio del tribunal y me dirijo a mi auto. Me subo al asiento del conductor, pongo las llaves en el encendido y me dispongo a disfrutar del camino a casa.

Llevo unos minutos manejando, y no sé, si es por la complejidad del caso que acabo de ganar que siento que alguien me sigue, o si realmente alguien me está siguiendo. He mirado varias veces por el retrovisor y sigo viendo un auto negro detrás de mí, que parece estar siguiéndome. Me desvió de mi camino para comprobarlo o ver si solo es mi imaginación, pero pronto me doy cuenta de que es real.

El corazón se me acelera al punto de sentirlo en los oídos, las manos inician a sudarme y levemente temblarme. Aprieto con fuerza el volante y acelero el auto tratando de perder a quien me persigue.

Sabía que esto podía pasar en algún momento, siempre quedan personas molestas e inconformes en mi profesión, sabías los riesgos antes de iniciar mi carrera, y los sabía al tomar este caso, ahora no hay vuelta atrás, y es por mi vida por la que debo pelear ahora.

Piso a fondo el acelerador y apenas con suerte logro esquivar unos autos que van en frente de mí. Todo mi cuerpo vibra por la adrenalina y la velocidad. Mi corazón trabaja a un nivel superior al que debería, y ahora mi mayor temor es que me dé un infarto en este preciso momento.

La abogada de la mafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora