PANDORA DOUCE la muchacha de hebras rubias llegó una noche lluviosa al campamento mestizo -del cual su madre siempre balbuceaba en su estado empastillado- con heridas y sangre por su pequeño cuerpo de 14 años con la esperanza de que su pequeña mente...
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-entonces...ese es tu plan?- habla con diversión mientras seguía de cerca a Pandora la cual iba saltando de toca en roca por un sendero en el bosque, procuraba que la chica no se caiga en ningún momento
-sip, no sería la primera vez que no obedezca al señor D y a Quirón, los adoro, pero a veces son imbeciles- se queda parada en una roca y voltea a ver a su amigo quedando un poco más alta que el chico y apoya sus manos en los hombros del hijo de hermes- entonces, me ayudarás? Tenemos que cuidarlos
-tu dime y yo te sigo princess- pequeño beso en su cuello, la chica sonríe gustosa- pero tendrás que mejorar con la espada, entrenaremos hasta irnos, entendido dulzura?
La rubia soltó un quejido pero asintió, fingiendo que no adoraba admirar al chico manipular su espada, su mente fantaseaba sobre cosas que una dama no debería decir, sonríe suavemente y agarran dos espadas para practicar
Luke sabía que la chica no era mala con la espada, era buena pero la solo idea de perder a la chica que se volvió la luz de su vida lo hacía sentir ahogado, se había acostumbrado tanto a la presencia de Pandora que ya no recordaba como era la vida sin ella
Sin su risa escandalosa
Sin sus teorías raras
Sus momentos de cantar de la nada
Sin su sonrisa
Sin sus ojitos de cachorro
Sin ella la vida no valía lo mismo
Suspira quizás debería relajar un poco sus sentimientos por ella, estaba siendo demasiado evidente, alza las cejas cuando en su momento de distracción Pandora aprovecho para dar un ataque, sonrisa enorme
-buen movimiento, princesa - elogia el hijo de Hermes logrando que las dulces mejillas de la chica se tiñan de color rosado, Luke sonríe más ante esto- te sonrojaste?
-claro que no-niega rápidamente la hija de Apolo con su cara sonrojada, rueda los ojos cuando el chico empezó a molestarla-callate, hay que entrenar
Luke decidió obedecer (Pandora lo tenía comiendo de su mano sinceramente) estuvieron entrenando por horas, hasta que llegó Percy a curiosear
-es una pelea amistosa o debo llamar a Quirón?- los interrumpe el niño poseido y ambos voltean a verlo, risita
-entrenamos, tranquilo, de hecho tu y Luke, deben entrenar, yo tengo algo que hacer con Edwar, llegaré a tiempo- besa la frente de Percy el cual cierra los ojitos gustoso de la suave muestra de cariño- que te paso ahí?-toca un pequeño morete en su mejilla haciendo que Luke también se acerque a revisar
