• R E C U E R D O S •

Capítulo 23: Cansado

Thor estaba cansado de las amenazas de su padre, no quería seguir escondiendo lo que realmente sentía hacia Loki, pero tampoco permitiría que le llegara hacer daño solo por cumplir con sus malditas palabras dándole una estúpida lección.

En el fondo ese miedo era más fuerte ante cualquier otro sentimiento. Lo que a el le pudiera pasar le daba igual no le importaba dar su vida para que el pelinegro siguiera con la suya, porque sabía que el no sobreviviría a un mundo donde el jamás lo vuelva a ver.

Loki se volvió todo en Thor esos años que no lo pudo tener cerca, no había nadie más que le hiciera sentir lo mismo desde la primera vez que lo vio, esa timidez en sus bellos ojos lo hicieron caer a sus pies y conforme lo conocía, más confirmaba lo que desde un principio sospechaba, se enamoro, quería protegerlo de ese mundo, en especial de las cosas que el mismo a hecho. Tenía miedo de lo que pasaría si el menor se enterara.

El rubio se encontraba sentado en el banco de la barra de un bar, bebiendo alcohol como si este se fuera a extinguir. Era evidente que quería embriagarse lo más que pudiera, no quería pensar en todas las vidas que había arrebatado hasta el momento, siempre que lo hacía terminaba ebrio en un bar hasta el amanecer.

Thor estaba tranquilo, solo tomaba como si no hubiera nada más, los trabajadores del bar ya lo conocían, agradecian sus buenas propinas; sin embargo esa noche un sujeto en un estado peor que el Odinson, empezó a buscar problemas, molestando a todo el que se le atravesara, y por desgracia se metió con el.

— Ese es mi lugar —  Le dijo el sujeto tirando la bebida de Thor al suelo.

— Yo llegué primero... — Le respondió como si no hubiera sucedido nada ordenando otra cerveza.

— Te dije que es mi lugar — Lo empujó de el banco causando que casi se cayera.

Thor suspiro, tratando de dejarlo pasar, lo ignoro caminando de largo dirigiéndose a la entrada para irse antes de que empeorará, pero el tipo lo golpeó en la mejilla.

Todo el lugar se quedó en silencio mirando como reaccionaría.

— Ah, Thor, ¿Q-Que haces aquí?, ja... — Hablo Sif metiéndose entre ambos evitando la pelea.

El rubio la miro por unos segundos, después salió de el lugar sin decirle nada.

La chica lo persiguió hasta afuera.

— Sabes, al menos me hubieras dicho algo allá adentro... — Sonrió amigable acercándose a Thor — Últimamente estos días te veo más seguido por aquí, ¿estas bien? —

— Si, ¿Qué quieres Sif? —

— Nada, solo quería saludarte y evitar que te metieras en problemas, no sabia que te caía tan mal —

— Lo siento, hoy no fue un buen día... —

— No te preocupes... problemas con... ¿Jane? — Menciono acercándose más a el.

— ¿Disculpa? —

— Aún salen, ¿no? —

— Me interesa otra persona, así que ya no salimos —

— Vaya, ¿puedo saber quien es la afortunada? — Sonrió hipócrita.

— Para que vuelvas a amenazarla como lo hiciste con Jane, no lo creo — Le respondió molestó.

— Estaba ebria, no pensé bien lo que dije, y le pedi disculpas al dia siguiente —

Años atras, cuando Thor cumplio veinte años, odin lo  llevo a una gran fiesta, organizada por las personas mas ricas en Nueva York. Jane asistio en esa ocasion, una fantastica chica que estudiaba astrofisica al igual que bioquimica llamaba la atencion de todos los hombres, incluyendo su fantastica belleza, desde luego el viejo la miro, hablo unos minutos con ella quedando encantado, asi que llamo a su hijo para que el continuara con la conversacion. El rubio solo se comporto de forma educada, no estaba interesado en ella. 

Despues de eso Odin comenzo a  insistir en que saliera con ella, hartandolo hasta el punto de que accedio. 

Sif a estado interesada en Thor desde que tan solo era un niño, pero el jamas le a dado un motivo o alguna señal que pudiera indicarle lo mismo, el solo la consideraba una compañera de clase, y la amiga de el chico que le gustaba. Le costaba convivir con ella, siempre estaba sobre el cuando ella iba a visitar a Loki a la mansion.

Cuando ellos crecieron Sif se entero de la nueva relacion de Thor, asi que llamo a Jane repetidas veces, la amenazo deliveradamente con matarla si es que no terminaba con el, Jane la ignoro pues se escuchaba ebria, solo se lo conto al rubio.

— Ya debo irme —  Respondio dirigiendose a su auto dejando a Sif molesta en el estacionamiento.

Thor llego a la mansion por la noche, llendo a la biblioteca de esta despues de haber tomado una botella de wisky de la cocina, empezo a beber sentado en el sillon. Tenia la mirada perdida, sus pensamientos inundaban su cabeza inpidiendo que notara la presencia de el pelinegro entrando a la habitacion.

Loki se acerco sentandose a un lado.

— Es muy tarde... deberías ir a descansar... —

— Ya casi estaba por hacerlo... — Respondió aparentando no estar ebrio.

— ¿Cuanto tiempo llevas aquí... Thor? —

— No estoy seguro... solo se que esa botella estaba llena... — Rió levemente.

— Te llevare a tu habitación, ven — Se levantó extendiendo su mano para que la tomará. El rubio sólo lo jalo a él haciendo que se sentará en sus piernas.

— Sigues siendo tan amable conmigo... después de todos esos años... Creí que no ibas a regresar aunque Odin te lo pidiera... Es un infeliz... —  Hundió su cabeza en el pecho de Loki. El cual solo lo abrazo mientras acariciaba su rubia cabellera.

— Dime que sucede... Últimamente has estado bebiendo, no descansas adecuadamente... y tampoco comes en horas... —

— Y eso que importa... Todos estarían mejor si muero... Jamás te hubieras ido de la mansión... Mi madre no hubiera muerto... Y yo no estaría en este infierno obligado a obedecer sus miserables peticiones... —

— La muerte de Frigga no fue culpa tuya... Th‐ — Thor lo interrumpió.

— Claro que sí. De no ser por mi... El jamás la hubiera matado... — Lágrimas empezaron a manchar la pijama de Loki, dejándolo impactado por sus palabras.

— ¿Thor... de que estas hablando...?— El rubio no respondió, solo lo beso de repente dejándolo más confundido. No correspondió ese beso, se alejo un poco de el — ¿Thor...? —

— Ya no creo seguir soportando todo esto... Todo me esta superando — Las lágrimas de el Odinson se volvieron desesperadas, empezando a jalar su cabello asustando a el pelinegro.

— ¡Oye!, ¡oye!, ¡ya basta! — Tomo sus manos con fuerza evitando que se siguiera lastimando. Sus ojos se volvieron llorosos al verlo así – Dime que te está pasando —

— ¡No puedo!, ¡No quiero que veas ese lado de mi! —

— Thor... dímelo... — El rubio miro fijamente a esos ojos verdes llenos de preocupación.

Una sensación de angustia y miedo llenaron su cuerpo, ¿Y si lo lastimaba por haber abierto la boca?. No soportaría verlo morir.

— No puedo... — Se levantó del sillón saliendo de la biblioteca.