Después de la batalla con Hades y el intenso combate contra la diosa de la Luna, Artemisa
, Seiya y Saori se encontraron nuevamente en una confrontación divina. El enfrentamiento fue interrumpido por la llegada imponente de Apolo, el dios del Sol.
Su presencia llenó el lugar con un aura de autoridad divina que ninguno de los presentes podía ignorar. Athena, aún recuperándose de la intensa lucha contra su hermana Artemisa y sintiendo el peso de su deber como protectora de la Tierra, escuchó en silencio las palabras de Apolo. Los caballeros, sintiéndose abrumados por el poder del dios del Sol, que incluso parecía superior al de Hades, mostraron respeto por petición de su diosa y por no sentir hostilidad en Apolo.
"Athena," comenzó Apolo solemnemente, su voz resonando en el espacio celestial donde se encontraban. "Es hora de que rindas cuentas por tus actos y decisiones. Yo mismo me encargaré de tu juicio, hermana mía," dijo el dios sin mostrar expresión alguna.
Athena, sintiendo una oportunidad de redención, asintió con gravedad. Reconocía la seriedad de la situación, sabiendo que no podía hacer nada en contra de Apolo, cuyo poder era similar al de su padre, Zeus. No había espacio para evasivas ni excusas; su responsabilidad como diosa y como líder de sus santos requería que enfrentara las consecuencias de sus acciones.
"Entiendo, hermano, Estoy preparada para aceptar las consecuencias de mis decisiones," respondió Athena con voz firme pero llena de respeto.
Apolo, con frialdad, le otorgó un plazo de dos semanas para regresar al Santuario y descansar mientras él deliberaba sobre un castigo justo para su hermana y analizaba sus pecados.
"Tienes dos semanas, Athena," dijo Apolo, su mirada penetrante fija en ella. "Regresa al Santuario, recupérate, y reflexiona sobre tus acciones. Durante ese tiempo, yo decidiré tu castigo."
Athena asintió nuevamente. "Gracias,hermano Apolo. Aprovecharé este tiempo para preparar a mis caballeros y asegurarme de que el Santuario esté en orden."
Apolo dejó claro que el destino de Athena y el curso de los eventos estaban en sus manos. "Recuerda, hermana, que este juicio no es solo por ti, sino también por el bien de los mortales que proteges. Espero que uses este tiempo sabiamente."
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LO QUE DEJAMOS ATRÁS
FanfictionDos personas destinadas que por la terquedad de no saber aceptar sus sentimientos pasan múltiples penurias.