Capitulo 51

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Estaba en el centro trabajando convencí  a Mer de volver y así lo hizo. Gracias a Dios estábamos todos bien y juntos.
Estaba en mi oficina terminando una reunión y entró Mer.

- hola- saludo y sonreí la miraba nerviosa.

- eh Kel no se hay unas personas raras ahí afuera- dijo señalando y fruncí el ceño.

- como así- dije parándome.

- si llevan rato al principio pensamos que estaban perdidos o se habían equivocado de local pero siguen ahí como si estuvieran vigilando- dijo nerviosa- y tengo que salir a buscar a Lewis a la guardería- dijo.

- no te preocupes Mer- dije bregando en el monitor de las cámaras y vi y era el tipo que vi en la reunión que fui con Max creo que se apellida Toricelli dije mentalmente- si quieres llama a Jaxon pero dile lo que sucede- dije buscando mi celular rápidamente.

Tocan la puerta...

- adelante- dije y entró Ann.

- Ann estás bien- preguntó Mer y negó.

- ahí afuera- ha-hay una persona buscándote Kel- dijo nerviosa- y no se ve nada de buena persona- dijo.

- no no no porque me están buscando a mí- me pregunté- okay vamos hacer esto Mer lo haré pasar vamos a guardar la calma así tu aprovecha su sales y llamas a Jaxon y buscas a Lewis y tu Ann coges la excusa de que salgan temprano hoy las alumnas- dije y asentimos.

Me senté en mi escritorio y respire y me acomodé todo.

- aquí es señor- dijo Ann dejándolo pasar.

Me paré- bienvenido a centro Top model Kel en que le puedo ayudar- dije amable.

- buenas señorita- dijo mirándome de arriba abajo- estoy buscando una tal Kelly Hamilton podría decirme dónde puedo localizarla- dijo serio.

- oh, tome asiento- le señale- soy yo precisamente en que le puedo ayudar- dije tragando hondo.

- verás yo sé que tú sabes que tu querido Maximiliano mató a mi hermano menor- dijo y negué.

- lamento decirle esto pero no lo sé- estaba nerviosa Dios Max dónde estás.

- bueno pues como dice el dicho ojo por ojo y diente por diente- se paró y sacó su arma.

- señor baje eso por favor- dije parándome.

- no lo voy a bajar y vas hacer lo que yo te diga maldita perra- dijo  pasando el escritorio y tomándome del pelo- vamos a salir por esa puerta y vas a fingir que todo está bien si no quieres que mis hombres entren y hagan lo que les encanta hacer follarse a menores- dijo lambiendo mi oído.

- viejo asqueroso quítame las manos de encima- dije golpeándolo en la entre pierna.

- maldita perra- dijo parándose.

Salí de la oficina ya no había nadie, salí afuera y sentí un golpe en mi cabeza. Mire y sus hombres estaba riendo me pusieron un paño blanco en la nariz y todo se volvió negro.

No sé cuánto pasó pero desperté estaba en una habitación para nada bonita. Mire y tenía mis manos amarradas a la cama, traté de soltarme pero era imposible. Pasó un rato quizás horas y sentí pasos.

Entró el mismo hombre que vi en el centro.

- vaya hasta que despierta la bella durmiente- dijo riendo.

- qué quieres- pregunté furiosa- déjame ir yo no tengo nada que ver en toda esta mierda- dije.

- claro que tienes que ver amor- dijo tacándome el rostro y quite mi cara de su alcance- tú te crees que me comí el cuento de que eras una Max de la lista de Max en aquella reunión- dijo riendo- ts ts ts no mor como usted cree que yo un Toricelli me creeré eso- dijo- si para lo buena que tú estás que uff altas ganas te tengo- dijo.

Él Narcotrafíco en la Moda Donde viven las historias. Descúbrelo ahora