¿Qué piensa de mí?

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Tan solo Steven llego a casa, se dirigió corriendo a su cuarto sin decir palabra alguna. Se aventó en su cama, agarro su almohada y enterró su rostro claramente ruborizado en ella.

Perla lo siguió tan solo miró como el pequeño había abandonado el auto y había corrido sin mirar atrás en dirección hacia la casa. Ni siquiera se despidió de su padre o escuchó lo que la gema esbelta le dijo cuando corrió de repente. Inclusive cuando se encontraban a medio camino de llegar, ignoró a todos y quedo completamente sumido en su mundillo. Estaba tan fuera de si, que ni siquiera reaccionó a los comentarios de Amatista, los cuales siempre lo hacían sonreír.

Perla subió al cuarto del híbrido tan solo entró a la casa, una vez llegó, lo encontró con la cara absorta en la almohada. El aire de todo aquello, parecía algo extraño ya para la esbelta.

-¿Steven? ¿Te encuentras bien... ?

No hubo respuesta, ella bajo la cabeza, suspiró, miró a los alrededores, se acercó con el y se sentó en la orilla de la cama.

-Steven, dime. ¿Te encuentras bien? ¿Te sientes enfermo o algo? -puso su mano en el cuerpo del pequeño y preguntó -¿Tienes hambre? Si es así, sabes que puedo prepárar...

-Eptoy bem... -soltó Steven aún con su cara sobre la almohada.

La esbelta mostró confusión, se acercó más a él para poder escucharlo mejor y preguntó.

-¿Como?

-Quem esptoy bem...

-¿Qué... ? ¿Qué dijiste Steven?

Steven descubrió su rostro y volteó a verla.

-Estoy bien... -dijo con las mejillas rojas, la mirada cristalizada mientras hacía lo que parecía ser un leve puchero. El bajo la mirada después de eso y agregó para afirmar -Eso es lo que dije...

Perla se acercó más a él, tocó el rostro de Steven nada más lo observó así, sonrió con calidez, lo acarició en una de las mejillas y trató de limpiar posibles lágrimas.

-Ay Steven... -dijo y se incorporó más en la cama -Sabes que puedes decirme lo que sea. ¿Verdad?

El pequeño híbrido asintió, alejó su rostro de las manos de ella y volvió a acostarse con un fingido cansancio extremo, como si estuviera derrotado por completo.

Perla bajo la cabeza. No estaba preparada para algo así ciertamente, su información del comportamiento humano seguía siendo escaso, y lo que sabía de ello y de su Steven, no podía relacionarse o aplicarse a lo que veía en ese momento. Era desconocido el comportamiento que había estado viendo en el hasta ese instante, totalmente nuevo para ella, pero eso no significaba que se diera por vencida claro está.

-No importa que sea, puedes decírmelo. Yo te escuchare y haré lo que pueda para ayudarte y apoyarte.

Hubo un silencio, el pequeño de cabellera rizada se movió un poco aún acostado.

-Gracias Perla... -dijo por fin Steven -Pero, ahora estoy bien... No me sucede nada, y... Y me gustaría estar solo en este momento...

Nada más dijo aquello y se acomodó dándole la espalda a la gema. Perla lo observó un tanto desanimada.

-Bueno Steven... -habló y se levantó de la cama -Por favor recuerda lo que dije, y si tienes hambre, dime. Estaré abajo...

La esbelta miró unos segundos más a Steven, y después terminó retirándose del cuarto por completo.

Steven se quedó solo ahora en el silencio del lugar. El soltó un suspiró, tomó su almohada con fuerza y volvió a enterrar su rostro en esta, haciendo un diminuto escándalo al hacerlo.

Una vez termino, retiro su almohada. Todavía con su sonrojo intenso, pudo sentir como su corazón estaba acelerado, y cuando recordaba lo vivido, cuando pensaba en aquella ligera sonrisa de aquella gema, el palpitar se hacía más fuerte y sus mejillas ardían todavía más.

-¿Qu-Qué sucede conmigo... ? -se susurró para si, envuelto en una sensación extraña.

Diría algo como, "Ella me da miedo", para explicar su estado, o no, es más, "Ella me aterra" siguiendo la lógica de Peridot por completo. Le tenía miedo a ella, a sus ojos azules, que de repente se le hacían terroríficamente lindos...

Y hablando de horrores bellos, también estaba esa sonrisa. Esa serena y preciosa sonrisa...

Al pequeño híbrido se le erizó la piel y abrió más los ojos sorprendido, mientras ahora abrazaba con timidez las sábanas de su cama. Pensó otras veces en las que había visto esa sonrisa, cuando le sonrió solo a él. Al abrazo se le unió la almohada, y el acercó su rostro enrojecido a ella.

También rememoró su risa, esa que era tan curiosa y divertida a la vez, y extrañamente parecía llenarlo de gusto al recordar cómo era. Realmente le gustaría escucharla de nuevo. Y el pequeño nada más pensar en eso, abrazo con mucho más empeño la almohada y oculto en esta su rostro.

"Quiero verla... " se dijo en sus pensamientos. "Hubiera aprovechado cuando estaba allá... " pensó un tanto desanimado y dejó la almohada y las sábanas en paz. "No debí estar tan distante... Ojalá hubiera ido con ella."

Steven miró al techo de su habitación, se sentó en la cama y observó los alrededores con un aire de tristeza.

-¿Qué pensará ella de mi... ? -soltó rompiendo el silencio de su habitación -Me preguntó si... -entrelazó sus dedos y bajo la mirada hacia sus piernas -Me preguntó si tal vez ella también se pondría así por mi...

Nada más concreto aquello y sus mejillas ardieron, cerró los ojos con fuerza, negó con la cabeza varias veces y con sus manos tapó su rostro apenado.

-¿Q-Qué estoy diciendo... ? -se preguntó tímidamente -No debería de decir eso...

Volvió a acostarse en su cama y se quedó indagando en sus pensamientos, con aquella expresión de inseguridad que lo había seguido hasta ese punto.

No podría explicarlo del todo, pero a pesar de verse nervioso, sentirse de esta manera tan poco de él hacia ese estado tan desconocido, que solo había oído pero no experimentado. De verse apenado y algo molesto con su comportamiento y pensamientos. Podría decir que se sentía feliz sintiéndolo.

Muy en sus adentros, le gustaba estar así. Lo ponía feliz estar así a causa de ella... Qué extraño, ¿no?

Entre unos cuantos suspiros más del pequeño de cabellera rizada. Entre sonrojos y hacerse preguntas sin tener las respuestas. Por fin en el silencio del cuarto, el quedó dormido, soñó profundamente en una sonrisa que le dio una gema azul en un día de pícnic organizado por el.

Muy pronto vería a Lapis Lazuli para poder aclarar todas esas emociones tan fuertes y confusas. Peridot incluso le ayudaría al pequeño Steven.

¿Qué sucede con Steven?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora