¿Qué te ocurre Steven?

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Algo andaba mal con Steven. No era el mismo a los ojos de sus protectoras, no se veía como el mismo a mirada de su padre y simplemente no era el mismo en cierta parte. Se podría decir que estaba distraído, se le preguntó qué le sucedía y no dijo nada coherente o creíble, incluso se quedó en silencio cuando la pregunta fue hecha más de cinco veces. Era cosa de extrañarse.

El tan esperado día de pícnic que él propuso con tanto entusiasmo llegó, y su reacción al saber que ya era hoy, dejó mucho que desear.

Cuando se le informó, solo soltó un "esta bien", en su voz se vio timidez y por momentos se perdió en su mente mientras comenzaba a ruborizarse.

No se vio alegre como acostumbra, no fue tan ocasionalmente enfadoso como acostumbraba, y cada vez que se acercaban más al granero donde habitaban las otras dos gemas, el simplemente se volvió más silencioso aún.

Llegaron en poco tiempo, la gema verde saludó gritando tan solo los vió y pronto se unió la gema del océano a aquella gran bienvenida que usualmente le brindaban a Steven. Solo que el pequeño de cabellos rizados no correspondió de la misma manera ocasionando que las dos se extrañasen.

Le preguntaron a las gemas de cristal lo que ocurría. "No lo sabemos" respondió Perla por todas. "Igual solo es por ahora, luego se le pasa" dijo Amatista insegura de sus palabras.

Mientras se colocaban las cosas para el pícnic, Steven estaba tan metido en su mundo y tan intranquilo a la vez, que no terminó por ayudar casi en nada. También por este comportamiento, hacia que todo se atrasará.

Peridot confusa lo miraba preguntándose lo que le sucedía. Ciertamente todos también estaban así, pero fueron más discretos que la fanática por los marcianitos que en más de una ocasión, hizo que Steven saltara del susto cuando ella lo sorprendía preguntándole lo que le sucedía a la vez de que estaba inmerso en su mundillo.

Ya para la tarde, cuando el cielo se tiñó de un anaranjado hermoso, cuando la brisa comenzó a sentirse más fría y los últimos rayos cálidos del sol pegaban contra las pieles, todos se encontraban sentados sobre aquel mantel extenso, junto a los platos y el cesto donde aguardaba la comida. El pequeño híbrido seguía todavía "extraño" o simplemente diferente a lo usual. No era nada grave puesto a que tenía un rubor en las mejillas y ya estaban seguros que no tenía fiebre. Tampoco se veía que pasaba por una melancólica, o lo atormentaba algo grave. Y dejando todo eso de lado, ¿qué podría tener?

¿Qué tienes Steven?

Garnet en un punto dado dejo de preguntarse y sonrió levemente al enterarse por fin. Sea gracias a su visión futura o porque simplemente observó bien la situación supo lo que sucedía. Greg también se tranquilizó al comprenderlo.

Las cuatro gemas restantes quedaron confusas, y cuando preguntaron acerca de lo que sucedía, no dijeron nada, simplemente aclararon que no había del porqué preocuparse.

Lapis se calmó al ver que no era nada grave, simplemente le daría su espacio y esperaría a ver que era. Perla y Amastista también decidieron lo mismo y comenzaron a disfrutar del pícnic, aunque aún poseían aquella curiosidad de lo que le sucedía.

Peridot por otra parte demandó respuestas. Y cuando comenzó a hartar con su insistencia de saber, Garnet le dijo "Solo míralo y lo sabrás". Ella armo un alboroto después de escuchar aquello, y al terminar de hacerlo, optó por simplemente ir a donde se encontraba el híbrido sentado a confrontarlo.

Se encontraba distraído todavía y volvió a pegar un brinco del susto, cuando la gema lo llamó y lo comenzó a cuestionar de manera leve. Tampoco quería que se asustara, por lo que hizo buen uso de la indirectas que había visto en Campamento Amor y Pinos, solo para que después de unos intentos, el pequeño híbrido se quedara tan confundido que la veía desconcertado. Cuando Peridot observó eso, decidió simplemente expulsar la pregunta que tenía en la cabeza desde que llegó Steven.

-¿Qué te ocurre Steven?

-¿Qué me ocurre... ? Yo... No me ocurre...

Steven la miró un poco nervioso, se quedó unos segundos en silencio, volteó a donde se encontraban las demás, se sonrojó intensamente y volvió con Peridot ahora más tímido.

-N-No... No me ocurre nada... -confesó avergonzado mientras bajaba la cabeza.

De lo más extraño para la verde sin dudas. Volteó extrañada a donde había mirado, y solo miró a Lapis expectante a los alrededores, a Greg y a las gemas de cristal hablando sobre el mantel que estaba en el pasto.

Volvió al final a mirar al pequeño híbrido de nuevo, se lo encontró donde mismo todavía con una apariencia tímida, y de repente abrió los ojos mucho y en su mente todo encajó.

"¡Steven le tiene miedo a alguien!"

Ese comportamiento extraño, su alejamiento de las otras, sus sustos y la forma en que se veía tímido todo el tiempo y su actitud reservada. Era obvio que sentía pavor por alguien ¿no? ¿Pero si esto era cierto, a quien le tenía miedo?

-¿Estas seguro Steven? -pregunto con seriedad ella.



-¿Seguro? -miró de reojo atrás suyo.

-Si, seguro -dijo y bajo la mirada hacia el suelo.

-Bueno... -soltó extrañada, frunció el ceño y miró a donde estaban los otros -Si tienes miedo o algo así, dime. Sabes que te puedo ayudar Steven.

El pequeño solo asintió con la cabeza, la gema verde lo miró por un lapso corto, y luego se fue a donde yacían las otras.

Una vez solo, Steven se quedó rodeado por el silencio absoluto. Miró penosamente hacia donde Lapis estaba sentada, miró la figura de la gema calmada mirando hacia el atardecer, su cabellera azul, la piedra con forma de gota en su espalda y una parte de su rostro sereno.

Al pequeño híbrido le ardieron las mejillas y su corazón latió más rápido de lo normal con tan solo verla.

La gema del océano sintió la mirada de Steven en un punto, volteo y lo vio mirándola de una manera reservada. Y una vez hubo contacto visual entre los dos, al pequeño le brillaron los ojos, se le erizó la piel y su corazón palpitó como nunca lo había hecho.

Ella le regaló una dulce sonrisa y la mirada de Steven tembló, dirigió su vista a otro lugar tímidamente y observó sus manos temblorosas.

"¿Qué me sucede... ?" se preguntó el niño híbrido de cabellera rizada, confundido y con las mejillas muy sonrojadas.


¿Qué sucede con Steven?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora