CAPÍTULO 4

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- Shoko yo iré iré comprar lo que falta en el almacén.

- Que bueno, entonces prepara la lista que te dictare todo lo que nos falta.

- Estoy listo - Suguru tenía una hoja u un lápiz.

Mientras Shoko dictaba, Satoru estaba viendo lo rápido que escribía el azabache, muy bonita letra la verdad.

- Tienes que comprar todo eso? - satoru señalaba la lista en las manos de suguru.

- Así es, de esta manera es más eficaz - dijo Geto agitando la lista.

- Buenos, tienes razón, pero no llegues tarde y cuídate - satoru tenía algo de nervios al ver que suguru comenzaba a caminar hacía la puerta del templo.

- No se preocupe, siempre que fui, nunca me eh demorado más de 30 minutos, espere aquí y verá que tan rápido logro completar esta tarea.

- Si, entonces te veré dentro de 30 minutos, si llegas un minuto tarde, consideraré que tus palabras fueron una mentira.

- Verá que no - rápidamente salio del templo.

...

Suguru estaba en el pueblo comprando algunas cosas que faltaban en la mansión, lo que no sabía es que muchas personas le veían por la ropa que llevaba, que daba a entender que era un sirviente de la deidad de la luna.

Unos caza recompensas y mercenarios estaban pasando por ahí y vieron al joven con telas bien elegantes y patrones de lunas, según los pobladores ahí habita una deidad, tal vez le podían dar algo a cambio por ese chico... Y a cambio no le romperán los huesos.

Decidieron estar vigilando al joven un tiempo y luego lo atraparan repartiéndose las ganancias.

El joven se estaba alejándose del pueblo y en ese momento es acorralado por un grupo de personas, se asustó.

- Hola, quieres jugar con nosotros? - un hombre bien fornido sosteniendo un cuchillo apuntando al joven azabache.

-... - Suguru no respondió, es cierto que cuando Satoru no estaba el práctico artes marciales pero aún seguía siendo un novato..

- Te comieron la lengua los ratones? - comenzó a atacar por suerte suguru podía esquivar los ataques pero no por mucho tiempo, ellos son demasiados a comparación con Geto que solo es uno.

...

La pelea duró solo uno minutos pues por un descuido su cabello de tanta agitación se soltó... y uno de atrás al ver esta debilidad le jalo el pelo tumbando al joven, otros dos agarro sus brazos y el otro le agarro sus piernas.

- Por eso en un combate los contrincantes se cortan el pelo, porque solo es un estorbo y debilidad, JAJAJA!! Dulces sueños muñeca! - el mercenario noqueo a suguru haciéndole sangrar la nariz..

...

Satoru estaba esperando a suguru pero este aun no llegaba, eso era raro.

Los minutos pasaban formándose horas...
Él aun no llegaba, esto ya era alarmante.

...

Los vendidos yacían fuera del templo terrenal de la deidad, esperando alguna señal.

- Jefe, creo que no va a pasar nada si seguimos así, el chico puede despertar en algún momento y se supone que no tenemos que "lastimarlo" para poder negociar - un hombre bajo de cabello negro que estaba viendo la rara escalera en el centro.

- Puede que tengas razón, si no hacemos nada no nos darán la recompensa y esta mierda no habrá valido nada - dijo el jefe mirando al azabache, quien aún seguía desmayado - Tú, ven.

- ¿Si jefe? - un joven de cabellos marrones se acercó.

- Ve y busca a alguien que sepa de cómo invocar a una deidad, y no te tardes - le señaló con el índice la puerta.

- Si señor, llegare lo más rápido que pueda.

- Así me gusta.

Mientras los demás mercenarios se comenzaron a sentar porque no era necesario estar parados, solo descansarán tranquilamente, o eso era lo que tenían planeado.

Más arriba de donde estaba esa escalera comenzaba a brillar un portal de color azul, que de este comenzaba a salir un hombre bastante alto con el cabello blanco y los ojos tapados.

Los mercenarios rápidamente se pusieron en guardia para atacar a este individuo misterioso que salió de la nada.

- ¿QUIÉN ERES? - Dijo el jefe de esa banda de criminales.

Satoru no dijo nada porque vio a suguru dormido atado de pies a cabeza.

- DÉJENLO! - satoru rápidamente bajo de las escaleras.

El jefe rápidamente se dio cuenta de que se refería al azabache que tenían como rehén.

- Si lo quieres libre dame todo el dinero que tengas - Le apunto con el cuchillo que tenia.

- Esta bien, pero primero suéltalo y tendrás todo el dinero - vio como el se acercó al azabache lentamente.

Utilizando su cuchillo comenzó a cortar todo la soga que tenía atado a Geto.

Mientras que satoru de su manga sacaba una bolsa que al parecer tenía dinero y la dejó en el suelo.

- ¿ES UNA MALDITA BROMA? - El mercenario jaló el pelo de suguru, mientras colocaba el cuchillo en su cuello - QUIERO TODO EL DINERO!.

- Baja el maldito cuchillo! - satoru  se acercó a la bolsa y la abrió - No es dinero, son diamantes.

- ¿QUÉ?! - El mercenario alzó un poco la vista para visualizar a los hermosos diamantes - OH MIERDA, QUE MALDITO RICO ERES! - Se alejó de suguru lentamente yendo con los diamantes y sus acompañantes también le seguían, mientras que satoru iba con suguru.

- Fue un gusto llegar a un acuerdo - se alejaba del templo con la bolsa en manos, con todos los demás mercenarios.

Satoru no dijo nada mientras veía como aquellos personas malas se alejaban de su templo.

El sintió como la persona que yacía en sus brazos comenzaba a moverse y rápidamente reaccionó.

- Suguru, ¿Estas bien? - preocupado lo comenzaba a levantar lentamente.

- Duele... Un poco la cabeza, pero estoy bien... gracias por salvarme - Geto comenzaba a intentar pararse con rl apoyo de Gojo.

- Si, debemos curar esa nariz, tiene sangre seca, vamos - comenzaron a caminar hacía el centro del salón donde yacía la escalera.

- Si, realmente este día no es mi día de suerte...

- Eso parece, venga sube despacio... eso - geto subía la escalera lentamente mientras que comenzaba a abrirse el portar.

Después de que entró suguru entró satoru para acompañar al azabache desde atrás para que no se cayera, desapareciendo con el al atravesar el portal, dejando el templo terrenal otra vez oscuro.

...

Ofrenda  ||『SATOSUGU』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora