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"¡Mercadona, mercadona!" Roier caminaba hacia el colegio, demasiado animado para ser las 6:40 de la mañana, había dormido como un bebé toda la noche, se sentía tan bien y no tenía idea porque, simplemente se sentía feliz.

Llego a su salón y se sentó en su asiento, empezando a sacar su cuaderno de su mochila mientras charlaba con Aldo que se encontraba sentado en la mesa de enfrente.

Unos minutos pasaron para que el salón se empezara a llenar con sus compañeros, uno de ellos sobresalió entre ellos cuando entró por la puerta, Quackity.

Saludo a los demás antes de sentarse a su lado, ambos se quedaron viendo un poco antes de darse un abrazo.

Los recuerdos de ayer lo golpearon como un camión, sus mejillas se ruborizaron al recordar como beso a su mejor amigo mientras estaban tumbados en su cama.

Que obsceno, Pensó Roier.

Sus clases transcurrieron normal, un poco lentas y aburridas, su mente aveces se perdía y empezaba a divagar en cualquier cosa, se encontraban en clase de calculo cuando su mirada se desvió del pizarron hacia Quackity.

Se le quedó viendo un poco, este están concentrado en su cuaderno que no se daba cuenta de la mirada posada en el.

Roier empezó a sentirse inquieto, verlo tan a detalle le estaba haciendo sentir, cosas, cosas que no podía comprender.

No era tonto, sabía que su amigo era lindo, su cabello largo y un poco rebelde lo hacía sobresaltar, también su lindo rostro lleno de lunares, muchas chicas mostraban interés en el.

Pero ahora verlo con detalle lo estaba haciendo perder la cabeza, su mirada bajo hasta sus labios, solo podía recordar la tarde anterior donde se besaron por primera vez.

Quería volver a tener esos labios.

Pero estaban en público, mucho peor, en el salón de calculo, no podía simplemente acercarse y besarlo ¿Qué pensarían sobre ellos? se supone que ambos son heterosexuales y mejores amigos.

¿Se supone?.

No, esa era su realidad, solo eran amigos.

Amigos que se habían besado, pero, a su edad era normal tener curiosidad ¿Eso no los hacía gay, verdad?.

"¿Ocupas ayuda?" Su mente regreso a la realidad cuando el contrario habló, sus mejillas ardieron al darse cuenta que llevaba un buen rato perdido en sus pensamientos y sin quitarle los ojos de encima.

"¿Eh? No, estoy bien".

Quackity asintió con una sonrisa, volviendo a ver a su cuaderno.

La campana sonó dando final a su clase y inicio al receso, salieron del salón para sentarse en una de las mesas de la cafetería, cada quien comiendo sus respectivos lonches mientras charlaban.

"Se acuerdan de mi compa Slime?".

¿Compa?, Pensaron Roier y Quackity a la vez.

"¿El gringo de lentes?" Contestó Aldo antes de darle otra mordida a su sándwich.

"No digas la palabra con g, wey, Quackity está aquí". Hablo Rivers con falsa preocupación en su voz.

El mencionado soltó una carcajada "Yo no soy gringo, cabrona".

"Bueno pero conocen a Slime si o no" volvió a recalcar Mariana.

"Que si".

"Pues la siguiente semana es su cumpleaños, el sábado, me invitó y me dijo que invitara quien quisiera ¿Quieren ir?".

All the things he said !? SPIDERDUCKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora