Al cabo de unas pocas horas, Conway llegó a comisaría después del operativo, todo había salido bien, a excepción de que Isidoro había perdido a los secuestradores tras chocar contra un árbol. Jack, entró de mala hostia sacando a todos del recinto a porrazos. Llamó a Freddy por radio, quería hablar sobre lo sucedido de hace unas horas, o simplemente patrullar con él.
El mayor no escuchó respuesta alguna, así que se dirigió al despacho del comisario, observando que no estaba sentado en su silla. Mentiría si Jack dijera que no estaba preocupado, después de todo, luego del beso, no vio si el menor había ido a patrullar o se quedó en comisaría. Decidió acercarse a los vestuarios, pero solamente encontró a Filadelfio y a Amancio charlando sobre un atraco que había ocurrido.
-Filadelfio, ¿sabes dónde coño está el comisario? -Su tono secó se había adaptado a la voz del superintendente, aunque realmente estaba bastante preocupado.
-Lo vi en tu despacho hace ya bastante, pero no se si salió a patrullar. -Jack obtuvó la más sincera respuesta de uno de los agentes. Conway sólo se fue escaleras arriba a su despacho.
Llegó rápido al despacho, y abrió la puerta de manera brusca, para encontrar a Freddy tumbado en su escritorio. Tomó un gran suspiro tras verlo, pero no se esperaba su respuesta.
-El superintendente no está, si quieres hablar con él te esperas un rato, neno. -Seguido de eso, se echó nuevamente en sus brazos, su voz de dormido y su actitud le hizó soltar una pequeña carcajada al mayor.
-Freddy soy yo, Conway. -Cerró la puerta tras él y se acerco a Trucazo, moviéndolo levemente. -Anda levanta, vamos a mi casa y ya duermes ahí, se ve que estás reventado. -El superior se poso en un lado del escritorio, mirando al gallego despejarse poco a poco.
Tucazo levantó la mirada para ver a su superior mirandole a los ojos de forma algo seria. El hecho de estar en el despacho del superintendente, solo, ya no le hacía mucha gracia, y más si ese hombre estaba ahí.
-Mm... Perdón, neno. Te estaba esperando, pero no pensé que tardaría tanto. Vamos a trabajar mejor. -Esté se frotaba los ojos en modo de cansancio. El español se levantó de la silla pero una rápida mano posando se en su hombro lo sentó de nuevo. -Oíste, que estoy de puta madre eh, no me hace falta descansar ni mierdas.
-¿Te molestó lo de antes? Lo del coche... ya me entiendes. -Jack, ignorando las palabras del menor, se acercó un poco a él.
Al no a ver respuesta inmediata, formarse ese silencio y contacto visual directo, Conway se arrepintió de todo lo sucedido. Aunque estaba enamorado del chico que tenía en frente, pensó que nunca debió hacer eso.
-Sabes... Da igual, solo fue un error, olvídalo. Lo siento. -El mayor, avergonzado metió la mano en su bolsillo y Le entregó las llaves de su piso. -Ve a casa a descansar, yo seguiré trabajando, cualquier cosa me llamas.
De nuevo, ese silencio retuvo en la sala. Jack se dio la vuelta, abriendo la puerta con rabia y con un nudo en la garganta. Freddy se había quedado en shock. Al ver al mayor marcharse con prisa, corrió tras él. Se dirigía a los vestuarios.
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Joder, soy un puto gilipollas, él aún extraña a Andrea. Es que no sirvo para nada, joder. Claro que le molestó coño, es que, agh... Que puto asco.
Conway estaba demasiado enfadado como para hablar con alguien, incluso con Freddy. Ya en el vestuario se empezó a desnudar para ponerse su camisa azul marino, una que le Tucazo amaba.
En eso, sintió la puerta del vestuario abrirse.
-¡¿Quién coño es!? Ya uno no puede tener privacidad o que mierda, ¡sal antes de que te meta de ostias!
-Conway, soy yo, neno. -El gallego hizo una pausa para tomar un suspiro, rodeo los casilleros, pasando su mano por todos ellos. Se acercó a Jack lo suficiente como para incluso besarlo.
-Freddy, déjalo, se que no lo hice bien, de verdad perdón, ve a casa, anda. -Miró al suelo avergonzado. Se ajusto un poco su corbata y arregló su pelo desordenado.
Si venir a cuentas, el americano sintió como el menor arrastraba de él, hasta caer en sus labios, en un cálido beso, el cual aceptó. Conway trazó un camino con su mano izquierda, llegando a la cintura del gallego, con su otra mano, agarró, de forma leve, el cuello del contrario. Freddy, atrapaba de manera apasionada la nuca de su superior, desordenando su cabello recién aseado. Jack, en busca de mayor placer, levanto su rodilla, juntándose más al menor, mordiendo con una poca fuerza su cuello. Se separó despacio del menor, dejando un breve rastro de saliva por la camisa del contrario. Ambos se miraron a los ojos fijamente.
-¿Y esto significa que...? -Conway entrrlazo sus brazos por la cintura del español.
-Que claro que no me molesto, imbécil. -Y nuevamente beso a su superior de forma más agresiva que la de antes. Soltando pequeños quejidos entre respiro.
Está vez, fue Trucazo quien atacó, dando múltiples besos por el cuello del mayor. Sacándole la su camisa recién puesta poco a poco, dejando el torso al descubierto de Jack. El gallego bajó sus labios complemente mojados hasta los pectorales del contrario, que estaba, con sus manos, descendiendo hasta el hermoso trasero de Freddy. Sin esperarlo, Gustabo e Isidoro, entran al vestuario, dejando a los dos estáticos. Ambos estaban repletos de saliva del contrario y con múltiples marcas por el cuello y pecho.
-¡Ostias! -Gustabo señaló a los dos sujetos, uno sin camisa y el otro acorralado contra un casillero. Conway y Freddy los miraban con una mirada asesina, Isidoro sacó su móvil para hacer una foto. Esto hizo reaccionar al mayor, el cual sacó su porra y corrió hacia el agente, para después comenzar a pegarle.
-¡Salid de aquí coño, esperad un rato joder! -Aunque no lo pareciera, el americano estaba muerto de vergüenza, tanto que su cara tornaba a un rojo pálido. Nuevamente se acercó a Freddy, quien había quedado completamente quieto donde se había quedado. El mayor le dió un tierno beso y se separo. -Ve a casa, anda. Yo iré dentro de unas horas, voy a matar a eses dos. -Trucazo no puedo evitar reír, con esto, cogió la camisa de Conway y se la entregó.
-Está bien, te espero en la casa espero, neno. - El comisario salió del vestuario, ignorando a los anormales del rubio y el planchabragas de Isidoro.
El menor, salió de servicio, cogió el coche y se fue al piso del americano. De mientras, Jack regañaba a los otros dos.
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Aquí parte cuatro, sorry por las faltas de ortografía. Espero os guste <3
Pd: Gracias por el apoyo os amo neno <3