"Voy a llegar muy tarde a casa!" -Penso la chica de cabello negro mientras corría por la desolada y oscura calle del complejo Uchiha, siendo la única fuente de luz la luna llena, estaba algo preocupada, pues de alguna manera se le había echo tarde al regresar de la academia.
Y aún cuando estaba extrañada de no ver a nadie, su preocupación por el regaño de sus padres no le hizo sobre pensar mucho las cosas, sin embargo algo que no pudo evitar fue la sensación de incomodidad que se da cuando eres visto sin que te des cuenta... Y así era, pues en lo alto de un poste de luz, una silueta agachada en la punta de este miraba con aquellos ojos bañados en sangre y aspas oscuras, atrás de el la luna se poso perfectamente para que aquel quedará en el centro, y de alguna manera aquella casualidad dio una imagen similar al símbolo de el clan más poderoso de Konoha.
Eh? -La chica se detuvo y miro a aquel lugar alto donde por un momento creyó ver a alguien, sin embargo no había nadie- "Que fue eso? Podría jurar que ahí había alguien..." -musito en sus adentros, con clara confusión por aquella situación tan extraña mientras aún observando aquel poste se mantuvo durante un par de segundos mas- Ah!? -Y repentinamente ahí fue cuando supo que algo no andaba bien, bajo la mirada rápidamente y detallo con sorpresa como las luces de las casas y tiendas estaban totalmente apagadas, ¿Tal vez había sucedido un apagón?... No!, no era posible, si no se habría encontrado a alguien en su camino de regreso- "Es muy temprano para que todos estén dormidos" -Descarto otra posible respuesta a sus preguntas, pues hace no más de 2 horas el sol se había puesto y la luna había salido.
Y con lo que ahora fue un mal augurio comenzó a correr por aquel tránsito, la preocupación en su rostro no era notable pero un par de gotas de sudor no evitaron salir por aquella extraña atmósfera, Al llegar a un cruce giro a la derecha dispuesta a ir a su casa lo antes posible, sin embargo la imagen que presenciaron sus ojos cortaron el paso de la chica y la incredulidad no se hizo esperar- Que es esto? -Fue prácticamente un susurró, pero aquel silencio sepulcral dejaba escuchar todo... Kunais y shuriken clavados en las paredes, sangre regada por el suelo, cortes en ventanas, puertas y en el suelo, todo era una vista deprimente, y lo fue aún más cuando tras profundizar un poco más su vista vio varios cadáveres que se asomaban de entre las ventanas y puertas de cada casa y establecimiento, al igual que algún que otro cuerpo regado por el tránsito con kunais y shuriken en el pecho, cabeza, espalda y prácticamente en cualquier parte del cuerpo dejando un charco de sangre bajo ellos.
Que fue lo que pasó aquí? -La voz débil y casi quebrada de la chica no se hizo esperar, literalmente estaba viendo a miembros de su clan muertos y desperdigados por la calle, y confirmando aquello que le carcomía comenzó a correr, intentando contener lágrimas cuando la imagen de sus padres y hermanos se vino a su cabeza- "Que está pasando? -Su respiracion se agito pues por cada lugar por el que pasaba no paraba de encontrarse cuerpos y cuerpos de gente muerta, tras tomar un atajo por un callejón salió cerca de un lugar conocido, giro a la izquierda y aquella vision no fue nada alentadora, los cuerpos de aquellos que consideraba tios estaban en el suelo, frente a su negocio que estaba cerrado- Tío... Tia! -Su voz se quebró y un par de lágrimas se escaparon de sus orbes oculares- Oh no... Mis padres -Imagino lo peor...
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Su vista era borrosa e inyectada en un color carmesí, jadeo ante aquel peso que le presionaba el pecho, con sus manos intento presionar aquello que estaba sobre el aún cuando no podía reconocerlo, casi sin esfuerzo lo apartó y aquello quedó en su costado izquierdo, tomo una bocanada de aire, sentía su cuerpo entumecido probablemente por la inmovilidad y el peso que le aprisionaba, parpadeo un par de veces en un intento de aclarar su vista, cosa que logro a medias, pues solo su ojo izquierdo se aclaró y el derecho aún tenía ese color rojizo que no podía quitar.
