El silencio fue lo único que se dió, pues aquel que la había escoltado le había entregado a su padre y finalmente la misión pudo darse por cumplida, sin embargo la sensación de inconformidad era evidente, pues logro entender al chico, además de tener dudas, dudas que le consumían
"Puedo ser una shinobi?"
"Porque se esfuerza tanto en mostrarse alegre?"
"Realmente está conforme con la vida que tenía?"
Cada una de las preguntas fue efímera, pues sabía que no podría decírselas al Uchiha, quien ya varias docenas de metros se alejaba del edificio
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Su mirada era tranquila, pues finalmente podía relajarse de toda aquellos problemas causados desde la aparición de los shinobi del sonido, ya estaba bastante mejor comparado a antes, el dolor que cargaba era menor, y su movilidad no era tan limitada, sin embargo debia asegurarse de no seguirse lastimando
Que molesto, este lugar es muy grande y no encuentro un hotel -Mascullo en un susurró, viendo a los alrededores, solo habían tiendas, bares y restaurantes abiertos, suspiro con molestia, las misiones fuera de laaldea eran divertidas en cierto modo, pero odiaba estancarse en ellas por cosas tan insignificantes- "Debería buscar por otra zona" -penso y se detuvo, se dió la vuelta hasta llegar a un cruce que había pasado con anterioridad, giraria hacia la izquierda, y caminaría por ese lugar.... Más de lo mismo, solo tiendas y demás
Maldición, odio mi suerte -Con un tono más alto se quejo, frotó su sien y aparto la mirada hacia arriba, viendo el cielo, que curiosamente se encontraba parcialmente libre de nubes, irónico, estaba en la aldea oculta entre las nubes
"Estás perdido?"
La voz le saco de su vision al cielo, llevo sus orbes a su costado derecho, viendo a una mujer de tes blanco, tenía pelo largo lacio rubio atado con vendas en una cola tipo trenza, ojos negros y usaba lápiz labial rojo. Llevaba una blusa color azul marino de manga corta y pantalones negros, ambos con un diseño similar a nubes, guantes negros sin dedos y un collar cuentas azules enrollada alrededor de su mano y antebrazo izquierdos. También llevaba vendajes que le cubrían los antebrazos y las piernas, el protector de frente (banda ninja) de Kumogakure, sandalias negras y una cinta roja alrededor de la cintura.
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Eh? -Abrio levemente los ojos, un movimiento casi imperceptible, pues casi al instante le reconoció, y como no hacerlo, pues frente a el se encontraba uno de los 2 jinchuriki que Kumo poseía, quien en su interior albergaba al 2 colas...
Rápidamente desvío un poco la mirada de la mujer y contestó, volvió a odiar su suerte
Un poco.... -Dijo y su mirada volvió a la calle, buscando un recinto dónde quedarse- estoy buscando un hotel, sabes dónde queda uno?
