Oneshot Agapornis

Capitulo único

Tercera noche en la academia y todos los concursantes dormían plácidamente en sus camas o en las camas de algunos de sus compañeros, excepto dos de ellos, Martin Urrutia y Juanjo Bona.

Ambos estaban cada uno en su cama debido a que las personas con las que dormirían esa noche decidieron dormir juntas. Esa noche Martin dormiría con la inglesa y Juanjo con la ucraniana, pero el destino o cualquier otra cosa, tenía otros planes para ellos ya que esa noche ambas chicas decidieron dormir juntas, pero ninguno de los dos tenia ni idea de eso.

Cada uno de ellos estaba en su cama con su móvil, ambos ajenos a lo que hacia el contrario.

Martin estaba tranquilamente viendo las fotos que había hecho durante todo ese día hasta que miro la hora y se dio cuenta que era más tarde de lo que se esperaba por lo que decidió levantarse de su cama e ir a dormir a la cama de la inglesa debido a que esa noche iban a dormir juntos como habían hablado unas horas antes. Se quedó parado delante de la cama y soltó una pequeña risa que apenas él la escucho al ver como su mejor amiga dormía plácidamente abrazada a Ruslana.

— Buenas noches a las dos.

Dijo susurrando y dándose la vuelta para volver dirección a su cama, pero pasando por delante de la cama del maño lo miro de reojo y lo vio despierto por lo que decidió hablarle.

— Parece ser que nos han dejado tirados a los dos.

Dijo el vasco bromeando y mordiéndose las uñas de las manos intentando ocultar sus nervios.

El maño que se encontraba tumbado mirando su móvil ya que su mejor amiga lo había abandonado para irse a dormir con la inglesa. Giro un poco la cabeza al notar como una luz muy tenue desprendía de una cama cerca a la suya, decidió no hacerle mucho caso hasta que escasos minutos después la voz de cierto chico lo sobresaltó.

— Si, a mi también me han dejado tirado.

Le dijo al moreno intentando sonar lo menos nervioso posible. Tenia demasiado presente la conversación que había tenido con Ruslana y Denna hacia unas horas, sobre sus sentimientos y lo confuso que estaba hacia ciertos temas, y eso no lo ayudaba a tranquilizarse, pero no quería que el chico se diera cuenta de ello.

— ¿Te importa si me quedo aquí un rato?, todavía no tengo sueño.

— Eh... si, sin problema, total tampoco tengo sueño.

Martin lo miro con una sonrisa nerviosa y se subió a la cama del maño para cruzarse de piernas y apoyar la espalda en la pared.

— Si molesto que no te de corte decírmelo, solo quiero hablar un rato hasta que me entre el sueño.

Contestó susurrando con un tono tranquilo y agachando un poco la cabeza intentando que Juanjo no notase sus nervios.

— No molestas tranquilo, si yo también quiero hablar que me aburro mucho aquí solo.

El magallonero se movió un poco para dejarle mas espacio al moreno cuando subió a su cama y se alejo lo máximo posible para dejar una distancia prudencial entre los dos mientras le sonreía para que este no pensara que estaba enfadado.

— Esas dos con tal de estar juntas, dejan a sus mejores amigos tirados.

Contestó el vasco con una risa tapándose la boca ya que no quería hacer mucho ruido.

Juanjo se dio cuenta como Martin bajaba la cabeza y él reacciono de la misma manera ya que no quería que el vasco notara su nerviosismo.

— Ya, pero da igual, estoy feliz de que se hayan reconciliado, después de la pelea de ayer Rusli estaba muy triste.