𝓐𝓵𝔀𝓪𝔂𝓼 & 𝓕𝓸𝓻𝓮𝓿𝓮𝓻

18

Dos semanas después

Esto definitivamente tenía que ser un chiste, maldito contrato

—Te di un mes para pensarlo ___, lo harás ¿si o no?— Isac me miró severamente esperando pacientemente mi respuesta

—No estoy segura Isac, esto no es fácil entiéndeme.

—Claro que te entiendo pero dime una sola cosa que hasta ahora Leclec te a dado... una simple acción

No iba a dudar de lo que Charles hacia por mi o de la forma en que ambos tratábamos de expresar nuestros sentimientos. Mucho menos ahora que la relación con Noah era demasiado fuerte

—Eso no es de tu interés

—¿Ah no? Entonces que diré a cerca de los rumores, acaso ya salieron a decir algo del tema?

Y aún que tenía razón Charles y yo aún no teníamos esa conversación

—Además linda no quiero lastimarte o algo por el estilo pero, por si Charles aun no te lo dice...el esta saliendo con alguien, ¿como es posible que no lo sepas aun?

—¿De que hablas? no hay ninguna novia— realmente estaba harta de esta conversación

—Bien, entérate por ti misma y te lo diré una última vez ¿lo harás o cierro este contrato?

[...]

Después de comprar algunas cosas llegue a la casa de la mayor de los Leclecr la cual se había ofrecido cuidar de Noah mientras yo resolvía mi asunto.

Suspire pensando en lo que había echo hace unos minutos, no quería que sospecharan que algo pasaba y mucho menos Charles

Al tocar abrió Arthur dejándome pasar pero este se notaba nervioso

—¿Qué te pasa ahora a ti?— exclame riendo un poco

—Charles enserió es un idiota— murmuró pero solo negué y camine a la sala donde pude visualizar a Charles junto a aquella chica, Alexandra.

Detuve mi mirada en el monegasco que sostenía su mano mientras la morena y que aparte vestía una de sus camisetas, ella me miraba sonriendo un poco, que cínica.

—linda...?— mire a Arthur antes de regresar mi mirada a Pascale quien salía deprisa de la cocina con una mirada de preocupación y Charles se levantaba diciéndole algo a la chica

—¿Dónde está Noah?— era lo único que salía de mi boca

A los pocos segundos mi hijo apareció en brazos de Lorenzo que al parecer estaban jugando en el jardín

—Mami el tio Lorenzo me compro este auto— asentí tomando sus cosas, no quería ser grosera y mucho menos con mi hijo— ¿Nos vamos mami?

—Si mi vida, Penelope quiere jugar contigo— tomé su mochila y me dirigí a los demás

—Pero papi me iba a enseñar a montar el auto— habló haciendo un ligero puchero

—Espera ___, déjame explicarte si

Lo mire negando, estaba cansada de que todos mintierán en lo más mínimo

—No tienes nada que explicarme.

—Por favor hablemos si— Pascale solo me dio una mirada comprensiva pero era tarde, la morena se acercó a nosotros con una cara apenada