CAPÍTULO ÚNICO

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El día parecía está bien, aunque no para todos sobre todo para Rayne, quien aparentemente llevaba una vida que cualquier otro mago quisiera la verdad es que por momentos el la odiaba. Pero todos estos pensamientos negativos se iban al recordar la razón por la cual no debía rendirse y es proteger la existencia de su pequeño hermano, Finn.
Pero no solo la de él, también la de aquel chico de ojos dorados y cabello de corte peculiar, que luego de los sucesos de Innocent Zero desarrollaron cierto entendimiento entre ellos al no ser tan emocionales, pero ambos se sintieron atraídos por la compatibilidad que ambos tenían. Que aunque fue algo sorpresivo para muchos no les quedaba más que solo ver y callarse para ahorrarse comentarios que Rayne no toleraria.

— Estoy exhausto. – pensé para si mismo mientras caminaba hacia su habitación.

— Hola, Rayne – Saludo Max. – estaré un rato fuera, hay alguien que quiere hablar contigo en la habitación.

Tan solo escuchar esas palabras al Ames mayor se le pusieron los nervios rígidos por el coraje que le consumía de sentirse explotado de trabajo.

— Gracias, Max. – camino mientras masajeaba su cien y se preparaba mentalmente para ello.

Cualquier superior que quisiera verle a estas horas de la noche, era realmente algo que le daba un estrés enorme, al llegar solamente abrió la puerta y a su mente llegaron miles de pensamientos sobre quien podría ser.
¿El director Wahlberg? ¿Orter? ¿Ryoh con algunas palabras sin importancia ? Aunque viéndolo bien si Max se fue no debía...

— Te ves terrible. – hablo aquella calmada voz, que aunque carecía de emoción era imposible no reconocer. – ¿Te encuentras bien?

— Mash. – le llamo y cerró la puerta recargandose en la pared. – Ah... – todos sus pensamientos estresantes seguía allí.

— Ah... – Mash podía notar que quizás no lo estaba. – ¿Quieres hacer lo de la última vez?

Rayne le miro confundido, ¿Que se refería?
Antes de que pudiera pronunciar palabra alguna miro como su tierno e inocente Mash hacía a un lado la toga de su uniforme dejando admirar su pecho, esos esponjosos y suaves pectorales, aunque la tela de la camisa aún nos cubría juraba que podía verlos atrás de ella.

— Trabajaste muy duro hoy otra vez, Rayne, ven aquí.

No lo pensó dos veces cuando se abalanzó había el y enterró su rostro entre sus pectorales, apretandolos un poco mientras se frotaba en ellos, sintiendo las suaves caricias que Mash daba en su cabello.

— ¿Estás mejor? – pregunto con suavidad.

— Sí, estoy mejor. – respondió Rayne y soltó un suspiro, sí había algo que amaba era poder aliviar todo su estrés con su conejito favorito. Y por conejito favorito se refería siempre a Mash.

— Walhberg te volvió a explotar hoy...

— Mmm sí, además de que hoy Orter y Ryoh me estaban volviendo loco. – dijo con calma. – Luego de un día ajetreado mi parte del día es pasar la noche contigo.

Durante las horas en las que hacían su rutina en Easton, Mash y Rayne no tenían muchas muestras de afecto por lo ocupado que solía estar Rayne pese a que muchas veces Mash tenía tiempo libre, las noches eran la hora favorita de ambos, ya fuera en cualquiera de las dos habitaciones podían estar juntos un momento.
El bicolor acabo sentado sobre su cama con el chico de una línea sobre su regazo, aún hundiendo su rostro entre el pecho, Rayne quitó por completo la toga de Mash y está cayó al suelo en un ruido apenas audible e hizo lo mismo con la suya para más comodidad.

— Mash... – levanto la mirada y al ver el rostro de su pareja lo atraje a él.

— ¿Qué suce..? – no acabo de pronunciar la pregunta cuando sintió a Rayne lamer el lóbulo de su oreja. – Ah~ E-E-Espera.

Por Las Noches ( Rayne x Mash )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora