Mati me llevó del brazo y ambos subimos la escalera hasta el segundo piso, me llevó por el amplio pasillo y entramos a una habitación con una cama.
Era pequeña pero perfecta para alguien como yo.
-aquí vas a dormir, mi habitación está al otro lado del pasillo, dale acomoda tus cosas y bajas a comer- dijo Mati para luego salir dejándome sola en mi nuevo espacio
Aun no tenía muy bien entendido el tiempo que estaría en España con Mati pero definitivamente quería disfrutarlo.
Y quien sabe, talvez encontrar el amor, no había tenido un novio oficial jamás, lo que hacía mucho más celoso a Matias, solía presentarle a algunos amigos pero no podía pasar mucho tiempo con ellos sin que Mati los matara a preguntas.
Además de todo Matias y yo vivíamos juntos, luego su novia Male se mudo con nosotros y todo el ambiente se hizo mucho más loco, los dos eran tal para cual, perfectos juntos.
Porque yo no podría encontrar a alguien que me mirara como Male miraba a Mati.
Acomodé mis cosas en un gran armario y salí de la habitación, al salir me choqué con Agus, estaba saliendo de su habitación
-a Emi, queres ver la habitación de nosotros- dijo tomándome del brazo sin dejarme aceptar cuando ya estaba adentro
El dormía con Juani y Blas, los tres en una sola habitación que era más grande que la mía obviamente, me senté en una de las camas y comenzaron a contarme algunas experiencias graciosas.
Hasta que, como no, llegamos a las experiencias paranormales, ese tipo de cosas me encantaban pero de igual forma de daban mucho miedo.
-dale, no me digan más cosas eh, que yo le tengo miedo a la oscuridad, en argentina Mati tenía luces especiales para dejar encendidas por la noche- digo riendo mientras los demás hacen lo mismo
-sos una tierna, pero aun vivis con Mati?- dice Agus mirándome desde la otra cama
-si, vivimos con su novia-
-Malena, no?- dice Juani interrumpiendome
-si, Male, es asombrosa, vivimos los tres juntos y me cuidan bastante, por eso Mati es muy celoso también, les dijo algo sobre eso?- digo esperando una respuesta que imaginaba escuchar
-que no podemos mirarte con otros ojos porque es código de amigos y que vos sos chica aun-
-le dice lo mismo a todos sus amigos- digo interrumpiendo a Juani
Seguimos hablando hasta que escuché gritos de Mati para que comiera, me levanté enseguida de la cama y salí rápido de la habitación de los chicos camino a la cocina.
Me senté en la gran isla de la cocina y Mati me dio algo de comer, todo muy nutritivo, algo me había hablado Mati sobre las verduras y dietas.
Al parecer tenían unas dietas estrictas sobre la comida, tenían que bajar bastantes kilos.
-ya me dijo Juani sobre celebrar, vos queres?- dice Mati mirándome desde el otro lado de la cocina
-si dale, el tiempo que no estuviste en argentina casi no salí de joda, así que me hace falta una- dije riendo
-dale, entonces mañana hacemos algo- dijo Mati sonriendo
Se le veía bastante feliz con todos sus nuevos amigos, ya casi parecían una familia todos juntos.
Terminé de comer y seguí mirando la casa, algunos espacios amplios para hacer cualquier cosa pero para mi, una bailarina, era un espacio perfecto para bailar.
Corrí a mi habitación y me puse algo cómodo para bailar, tomé las zapatillas de ballet y bajé emocionada.
Mati me notó correr pero ya sabía a lo que iba por lo que nisiquiera se atrevió a detenerme.
Me senté en el suelo del lugar y comencé a anudarne las zapatillas, se sentían tan cómodas en mi, la sensación de usarlas era perfecta.
Aunque sabía que luego esa perfección se convertiría en un infierno, el ballet era un arte hermoso, pero a la vez doloroso.
Me puse mis audífonos y comencé a bailar emocionada sin antes de eso calentar un poco el cuerpo obviamente, el suelo era perfecto, no resbalaba pero tampoco me imposibilitaba girar.
Seguí bailando hasta que mientras giraba me di cuenta de que Pipe, Blas, Agus, Juani y Mati me miraban
Comenzaron a hacerme señas para quitarme los audífonos y así fue, para luego escucharlos aplaudiendo y hablándome
-dicen los chicos que bailes más, que los demás también quieren verte, dale segui- dijo Matias que se veía como un hermano orgulloso enseñando lo que sabía hacer su hermanita
Comenzaron a llegar los demás y seguí bailando por un rato más hasta que ya estaba bastante cansada.
Me quité las zapatillas y enseguida los chicos se acercaron a hablarme.
-bailas muy bonito, desde hace cuanto haces ballet?- dice Blas sonriendo
-desde los 6, yo soy la hermana inteligente obviamente- digo riendo mientras Mati se acerca
-dale ya bailo y pueden dejar de asfixiarla con preguntas- dice Mati alejando a todos
Volví emocionada a mi habitación y dejé mis zapatillas sobre mi cama mientras me ponía zapatos.
Cuando una mano tocó mi hombro lo que me hizo dar un brinco por el susto.
-lptm, Juani como me vas a tocar el hombro sin decir nada, casi me matas del susto- mi alma casi había salido de mi cuerpo después de ese gran susto
-discúlpame, queres salir a conocer un poco?- dice Juani sonriendo, como podría negarme a esa honesta sonrisa
-dale me encantaría, pero no se como lo haremos para que mi hermano me deje salir, si sabe que voy solo con vos se va a negar- dije mientras amarraba mis zapatos
-tengo una idea, creo- dice Juani aganchandose para ayudarme con los zapatos
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