Pijamada

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Jason estaba molesto, Dicky lo había obligado a bañarse y ponerse ropa más decente ya que según la mayor no quería que su mejor amiga piense que su hermano parece un vagabundo, ya empezaba a odiar a la amiga de su hermana por ley.

El menor observaba desde lejos como la pelinegra organizaba todo para su noche de chicas. El sillón frente la televisión fue cambiado por almohadas azules y rojas y mantas de los mismos colores y también la pequeña mesa fue llevada de botanas, bebidas azucaradas, jugos, pizza y el famoso pay de fresa de Alfred. Jason intento comer algunas botanas o pedazos de pizza pero cada vez que lo intentaba Dicky le daba un manotazo.

-Que molesto- se sentó Jason en las almohadas mientras acariciaba su mano recién golpeada- Por lo menos podré ver la televisión- dijo agarrando el control remoto el cual le fue arrebatado

-Lo siento amo Jason- dijo Alfred- pero la señorita Dicky pido la televisión un mes antes de su pijamada para este día

-No es justo- se cruzó de manos molesto- nisiquiera la está usando además no me dejó comer un pedazo de tu pay

-Tal vez podrá comer cuando la señorita Roya venga

-Es molesta, segura será un tonta como todas las chicas

-Si no se comporta llamaré a Wonder Woman y le diré que es un niño malo y desobediente- saco su móvil de su bolsillo listo para cumplir su amenaza

-¡No Alfred! ¡No! ¡Prometo ser bueno!- dijo amenazando con llorar

(Sonido de timbre)

-¡Seguro es Roya!- grito Dicky con emoción-¡Vamos Jason!- jalo al menor del brazo- te aseguro que Roya te va a encantar, se educado con ella- dijo la mayor feliz para abrir la puerta

Jason se paró molesto al lado de la pelinegra con los brazos cruzados con la intención de no disimular el disgusto hacia la invitada. Pensó en muchas veces sobre tirarse encima de la amiga de Dicky y jalar de sus cabellos, hasta que la vio.

Los ojos del segundo Robin se agrandaron de la impresión, sus mejillas se tornaron de un tierno rosa y su ceño fruncido se volvió en una mirada suave y hipnotizada. Frente a el se encontraba nadie más que Roya Harper, la mejor amiga de su hermana adoptiva, la mujer llevaba puesto un vestido pijama de color rojo de tirantes que era igual que la de su hermana solo que de la pelinegra es azul, en su rostro y pechos blancos como la leche como la leche tenía pequeñas pecas adornadas en su piel, y sus preciosos ojos verdes como esmeraldas preciosas hipnotizantes  que logro sacar más de un suspiro por parte del menor.

Jason aparto su mirada avergonzado a notar que la bella mujer no estaba sola, sino con un hombre alto y rubio que llevaba una maleta en su mano que no dejaba de mirarlo de forma amenazante, no era tonto, sabía que aquel hombre era el padre de la pelirroja.

-Buenas noches señor Queen- saludo Dicky con una sonrisa

-Lo mismo para ti Dicky- dijo Oliver apartando su mirada del menor- asegura que Roya no se meta en problemas por favor- le entrega la maleta a su hija adoptiva

-Ya no soy una niña Oliver- dijo la pelirroja con cierta molestia- oh, hola amiguito- dijo Roya para agacharse a la altura de Jason- Así que tú eres el famoso Jason- acaricio la cabeza del menor el cual estaba teniendo un pequeño remolino de emociones- Dicky me habló mucho de ti se que eres muy arriesgado y eso es genial

-No es genial Roya, la última misión casi acaba con el brazo fracturado por no obedecer mis órdenes

-Tu y yo nunca obedecimos las ordenes de Oliver y del señor Bruce- dijo la pelirroja con una sonrisa poniéndose de pie para estar a la altura de su amiga

Mayor (JayRoy) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora