57 ⌘ Mea Culpa

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You should've been here
(Debías haber estado aquí)
And I would've been so happy
(Y hubiera sido tan feliz)

You called me later
(Me llamaste después)
And said, "I'm sorry, I didn't make it"
(Y dijiste, "Lamento no haber podido ir")
And I said, "I'm sorry too"
(Y yo dije, "Yo también lo siento")
And that was the moment I knew
(Y ese fue el momento en que lo supe)

The Moment I Knew (Taylor's Version), Taylor Swift

Tai escuchó que abrían la puerta de la entrada antes de bajar la caja de regalo que estaba frente a su rostro.

—Feliz cumpleaños, Alek.

La sonrisa deslumbrante de Alek fue la mejor respuesta que pudo haber tenido, porque el rubio aún tenía un pedazo de pan francés en la boca.

Anya la invitó a desayunar, ya que Tai había llegado más temprano que de costumbre, incluso sorprendiendo a Alek aún en pijama. Con motivo de la celebración, Alek tuvo que ser sometido a la vergonzosa exposición de los álbumes de fotos familiares. Anya había aprovechado que tardaría un rato en ayudar a Alek a vestirse, por lo que la dejó descubrir la etapa infantil de Alek a través de los años.

La fotografía de Alek sonriendo con ocho años y un hueco entre sus dientes fue demasiado para Tai, que aprovechó la ausencia de su novio para tomar una fotografía con su teléfono y guardarla para la posteridad.

—Eso es ilegal, ¿lo sabías?

Tai casi tira su teléfono cuando la voz de Alek irrumpió la tranquilidad de la sala. Estaba parado a la mitad de las escaleras, observando desde arriba todo lo que hacía. Pero lo que llamó la atención de Tai, fue verlo usando la sudadera negra con la silueta del Príncipe Eric inclinado hacia un costado que Tai le había obsequiado por su cumpleaños.

La sonrisa de Alek no concordaba con la seriedad de su oración, por lo que Tai agitó la cabeza, volviendo su atención de nuevo a las fotografías.

—Podías tener acceso a información tan sensible, pero no deberías tener evidencia de ello. Va contra las reglas —Alek terminó de bajar las escaleras.

—Te veías demasiado adorable en esta fotografía.

—¿No soy adorable ahora? —preguntó Alek, sentándose junto a Tai.

—¿Con esa sudadera puesta? Claro.

Alek resopló, besando primero la nariz de Tai para después besar su frente.

—Gracias por el regalo. Me queda muy bien.

Tai se mordió el labio, intentando no sonreír. Pero eso no la detuvo para inclinarse hacia su bolso de dónde sacó otra sudadera similar a la que estaba usando Alek. Se puso de pie para extenderla frente a él, esperando una reacción.

—¿Es en serio?

Tai lo miró por encima de la sudadera, notando la sonrisa divertida de Alek mientras analizaba la prenda. En el costado opuesto de donde el Príncipe Eric estaba colocado en la sudadera de Alek, estaba la silueta de Ariel sentada sobre una roca mientras se inclinaba.

—¿No te agrada la idea?

—¿Estás loca? —Alek se puso de pie, colocándose junto a Tai, de tal forma que lucía como si el Príncipe Eric estuviera inclinándose para besar a Ariel en la sudadera de Tai—. Son sudaderas a juego.

La Historia Entre Los Dos [Libro #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora