Capítulo 17: Brilla como el sol

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"Dije, ¿puedes caminar un poco más rápido?", Arkhan se dio la vuelta y miró a Ginebra, que estaba a unos siete u ocho metros detrás de él, con expresión impotente.

El viaje debería haber durado sólo media hora, pero ahora se había prolongado durante una hora completa y acababan de completar la mitad.

Esto le recordó la experiencia de ir de compras con su primer amor en una vida anterior. ¡Era jodidamente tedioso!

Al ver la expresión impaciente de Arkhan, Ginebra se asustó tanto que se estremeció por completo y su rostro estaba al borde de las lágrimas.

Había hecho todo lo posible por retrasarlo, pero su hermana todavía no había venido.

'Solía ​​ser tan rápido...¿por qué no ha aparecido todavía? ¿qué debería hacer ahora? Este mago parecía tan intimidante...', pensó Ginebra angustiada.

Arkhan miró hacia el cielo y el sol se acercaba gradualmente a su cenit.

"Ahh, es casi la hora del almuerzo. Si no nos damos prisa en regresar pronto, Lily se habrá comido todo".

Se teletransportó junto a Ginebra en un instante, con un brazo alrededor de su esbelta cintura y con la otra mano dibujando una Runa en el aire.

"Lo siento mi señora, es demasiado lenta. Necesito acelerar las cosas".

[Runa - Elemento]

Una ráfaga de elementos de viento convergió, formando un par de alas de color azul pálido en la espalda de Arkhan.

"Agárrate fuerte".

Con un suave batir de alas, Arkhan y Ginebra fueron levantados del suelo, elevándose por el cielo en dirección a la finca.

Esta serie de cambios dejó inconsciente a Ginebra, que ya estaba nerviosa. Pero entonces, la gema de cristal rojo que colgaba de su hermoso cuello brilló levemente y se despertó aturdida.

Observando los árboles pasar abajo como sombras fugaces, se dio cuenta de su situación y se aterrorizó, cerró los ojos con fuerza y ​​abrazó firmemente a Arkhan, sin atreverse a soltarlo.

Una barrera invisible se formó frente a ellos, bloqueando los fuertes vientos que les llegaban de frente, impidiéndoles verse demasiado desordenados.

"Abre los ojos y echa un vistazo. Desde este ángulo, el mundo es todo un espectáculo, ¿sabes?", dijo Arkhan.

Ginebra estaba casi muerta de miedo, ¿cómo podría atreverse a abrir los ojos?

Pero también tenía miedo de que su resistencia enojara a este mago, y él podría simplemente dejarla caer desde tan alto en el cielo. Después de sopesar sus opciones por un tiempo, de mala gana abrió los ojos solo un poco.

Y luego...

Vastos bosques se extendían ante ella como una vívida pintura al óleo.

La luz del sol se esparció sobre el río claro, creando ondas brillantes.

A lo lejos, las montañas formaban una cadena continua, con picos altos y árboles que se elevaban hacia el cielo.

El agua que fluye y el juego de luces y sombras perfilaron el mundo con las líneas más sencillas, creando un paisaje vasto y puro.

Era algo que Ginebra nunca había visto antes, o tal vez lo había visto antes, pero sus emociones en ese momento eran mucho más abrumadoras.

"Mira bien. Este es el mundo en el que vivimos: cambios infinitos y posibilidades ilimitadas. Con los pies en la tierra y los ojos en las estrellas, este mundo pertenece a cualquiera que tenga esperanza. No hay necesidad de sentirse ansioso o limitado. Sigue avanzando y allanarás el camino hacia el futuro. Cada huella que dejemos atrás se convertirá en el diamante más brillante de nuestra corona", Arkhan habló con una suave sonrisa mientras miraba hacia el frente.

FATE: El hombre de las llaves divinas (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora