La tensión en el aire era casi tangible, incluso el tipo raro con motores en las pantorrillas y que hacía movimientos raros parecidos a los de un robot se quedó en silencio. Los ojos de Izumi estaban fijos en aquellos ojos rojos a los que tanto temía y odiaba: los de Bakugo Katsuki. La joven paso saliva y desvío la mirada con incomodidad, tomando a su hermano de la muñeca y haciéndolo entrar al aula de clases con rapidez. "Que suerte la mía." Fue lo único que pensó mientras buscaba un asiento libre, como siempre lo hacía se sentó junto a su hermano, recorriendo su mirada por sus compañeros con curiosidad, casi analizando a estos.
"Todos lucen tan... fuertes, uh, espero poder hacer amigos." Le susurró aquello a su hermano, haciendo que él riera un poco. No era una broma. Soltó un suspiro de una mezcla de anticipación, miedo y ansiedad, escucho atentamente como algunos de sus compañeros ya comenzaban a hablar entre ellos, cuanto envidiaba su habilidad para socializar con otros. Perdida en sus pensamientos mientras miraba al frente, un repentino ruido la saco de los mismo... ¿Esa era una oruga amarilla? Escucho sin mucha atención todo lo que decía aquella oruga amarilla – que en realidad era su profesor; Aizawa Shota, también conocido como Erased Head.
Casi deja caer su cabeza sobre el escritorio de su lugar por el sueño hasta que escucha que van a tener un examen y quien repruebe va a ser expulsado de la UA. Oh, rayos, el pánico volvió a ella como un viejo enemigo. Sus ojos verdes esmeralda se fijan en su hermano, quien se encuentra igual de preocupado que ella. "Seguro que nos va bien." Exclamó su hermano, tratando de convencerla a ella y a él mismo, probablemente fallando horriblemente.
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Oh, ¿Por qué no pude ser una hija linda y privilegiada de una familia rica de poderes exóticos que me hicieran una heroína sin pasar por esto? Ese tipo de pensamientos llenaron la mente de Izumi mientras observaba como se acercaba su turno lentamente, la prueba era relativamente fácil para ella, lanzar una pelota de beisbol y conseguir una buena distancia, pero después de ver a una linda chica castaña logrando una marca de infinito sus ánimos no eran los mismos que tenía al empezar. "Midoriya Izumi." Escuchó la profunda voz de su profesor y ya no supo a qué deidad rezarle.
A pasos tímidos y temerosos se colocó en el lugar designado, tomando la pelota entre sus dedos. Sus ojos se centraron por un momento en su hermano quien, aunque estaba sufriendo de dolor debido a su dedo roto, le dio ánimos con una gran sonrisa. Pasó saliva y fijó su mirada en el frente, activando su don y comenzando a mover la pelota con rapidez. En cuanto sintió que su cabeza iba a comenzar a doler se detuvo, dejando escapar un suspiro que no sabía que estaba guardando. "765.5 metros. Bien." Dijo su profesor, los ojos de Izumi brillaron un poco y los rastros de una sonrisa adornaron sus labios. ¡Su profesor dijo que lo hizo bien! Busco a su hermano, quien sonreía y celebraba con alegría. Pero justo después sus ojos se fijaron en él, Bakugo, él la miraba como si se tratara de un pedazo de la peor escoria, oh mierda, su pecho dolió y ardió, sintiéndose indigna de aquel alto puntaje.
Ni siquiera supo en qué momento sus piernas se movieron, pero ya se encontraba al lado de su hermano, inclinada como si tuviera miedo, tiene miedo. Se siente como un perro que acaba de ser abandonado a su suerte en medio de la lluvia, siente su piel de gallina y su corazón late rápidamente. Odia eso, odia la forma en la que Bakugo la intimida con una sola mirada, se siente patética, es patética.
"A lo propósito, lo de la expulsión era una mentira." Aquellas palabras la sacaron del mar de pensamientos autodestructivos que estaba teniendo, la mayoría de los alumnos hicieron ruidos de sorpresa, excepto una: "Sin duda era una mentira... si lo piensan bien era bastante obvio." Murmuró la chica, cabello negro largo atado en una coleta de cabello. Izumi solo atino a soltar una risa nerviosa, limpiando algo de sudor que tenía en el rostro.
Observo con cuidado como el profesor enviaba su hermano a la enfermería, soltando un suave suspiro y centrando su atención en la tarea de volver a ponerse su otro uniforme y regresar a su salón de clases. A pasos tranquilos siguió a sus compañeros, pasando saliva giro el rostro un poco para ver al que caminaba a su lado; un chico con una cicatriz y cabello blanco con rojo, se aclaró la garganta torpemente, tratando de sonreír un poco. "Soy Midoriya Izumi, un gusto." Murmuro mientras le miraba, esperando algo.
Silencio, el silencio se volvió incomodo e Izumi quiso que se la tragara la tierra hasta que su compañero asintió un poco en forma de saludo. "Todoroki Shoto." Fue lo único que dijo, volviendo a caminar con la mirada al frente. Una pequeña sonrisa adornó los labios de la Midoriya, lo hizo bien, ¿No?
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Amigos. Probablemente desde el jardín de niños que no hacia amigos, no era completamente su culpa, era culpa de Bakugo. ¿Quién rayos querría ser amigo de una de las victimas favoritas de ese tipo? No los culpaba, los entendía. Ella también estaría aterrada de estar cerca de una persona que era intimidada por Katsuki, seguro que ni siquiera los miraría por miedo. Pero a ella le había tocado la desdicha de ser la víctima.
Entonces, cuando estos compañeros; Iida Tenya y Uraraka Ochaco se acercaron con gusto a hablar con ella fue... sorprendente, al principio estaba segura de que era por lástima, porque quería algo de ella, porque– Pero todos esos pensamientos se fueron por el retrete al continuar hablando con ellos, eran divertidos y la hacían sentir cómoda.
Después de clases, se encontraba caminando junto a sus nuevos amigos, buscando a su hermano a quien ya había ido a buscar a la enfermería, pero él ya se había ido. "¡Izuku!" Exclamó la joven de cabello oscuro mientras se acercaba a pasos rápidos a su hermano, abrazando al mismo desde atrás. "¿Ya está bien tu dedo?" Pregunto Iida, poniendo su mano sobre uno de los hombros de Izuku cuando su hermana lo soltó.
"¡Iida! Sí. Gracias a Recovey Girl." Dijo su hermano con una expresión graciosa en su rostro. Justo después entro en acción Uraraka; "¡Deku-Kun, es bueno que estes bien!" Una dulce sonrisa que hizo enrojecer a ambos Midoriya adorno el rostro de la chica, linda. "Oh, uh, Ochaco... De hecho, Deku es la forma en la que Bakugo llama a mi hermano para burlarse de él." Aclaro con algo de pena Izumi, topándose con una expresión de sorpresa total por parte de su nueva amiga.
"¿De verdad? Yo creo que es un apodo genial, Deku se sentía como si dijeras esfuérzate. De alguna forma me gusta." Y antes de que alguien más pudiera decir algo, Izuku exclamo: "¡Llámame Deku!" Su rostro era prácticamente un tomate madura en ese punto. Izumi no pudo – ni quiso – ocultar la risa que salió de sus labios, Iida por su parte hizo todo lo posible para no reír – aunque no lo logro mucho.
La joven Midoriya se encontraba disfrutando de la conversación cuando a lo lejos observó a un rostro conocido, sus ojos se iluminaron y no pudo evitar sonreír con alegría. "¡Kendo! ¡Qué bueno verte!" Su voz sonó un poco más fuerte de lo que planeaba, pero cumplió con su propósito; llamar la atención de Kendo. La chica de cabello anaranjado giro el rostro y una sonrisa adorno sus rasgos. "¡Midoriya!" Exclamo Itsuka mientras se acercaba a ella, rodeando a Izumi con sus brazos en un cálido y agradable abrazo. "Es genial ver que pasaste, ¿En qué clase estas, huh?" Cuestiono la peli naranja mientras se separaba del abrazo.
"Oh, eh, la clase 1-A" Respondió con una sonrisa timida en los labios, y justo cuando Kendo iba a decir algo, se vio interrumpida por una voz conocido. Oh, esa misma voz de día del examen. "Los de la clase A no son más que unos engreídos. La clase B es mucho mejor que ellos." Él, el chico de cabello rubio y aquellos ojos morados tirando al gris, los ojos de Izumi se abrieron con sorpresa mientras un sonrojo adorno sus mejillas y cuando quiso responder, Itsuka lo noqueo. "Disculpa a Monoma, está un poco... loco." Murmuro apenada. Pero Izumi solo pudo verlo en el suelo, inconsciente, sintiendo su corazón latir con fuerza. "Monoma..." Repitió para ella misma, era su perdición.
...
OKEY, como ya expliqué bien como se conocieron Monoma y la linda de Izumi (cosa que no hice antes) ya puedo escribir más o menos las cosas como antes, igualmente voy a agregar más cositas (con decirles que planeo escribir 3 hojas de word por capitulo ya se hacen una idea, JAJAJAJAJ) y quiero que todo se desarrolle mejor, espero que todo salga bien jjj.
Xoxo.
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Problemas de autoestima - Fanfic. OC x Monoma Neito.
Fanfiction"Porque un hombre frio y calculador que se aferra a la realidad con las dos manos nunca podrá hacer feliz a una princesa como Izumi que vive en las nubes." O en donde una joven aspirante a heroína se enamora de otro estudiante, ¿El problema? Bueno...