Capítulo 2

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Después de varias semanas en el ala Norte, Love identifica una planta extraña en el jardín y desea mostrársela a su padre cuanto antes. Sin embargo, cuando intenta salir por el pasillo principal, una barrera mágica la detiene.

Era como una pared invisible, tan suave, pero sólida, como el colchón de su habitación. Su maestra, Olivia, había corrido detrás de ella para detenerla, pero llega solo a ver como la princesa rebota suavemente contra la barrera. La niña voltea a ver a su maestra con grandes ojos llorosos.

Oliva suspira, pero la toma en brazos, consolándola.

–Es una barrera mágica, mi princesa. Es un artefacto mágico creado por su padre. Nos mantiene a todas a salvo dentro de la barrera.

–Pero yo las he visto salir de aquí –responde la princesa, llorando en el pecho de su maestra, su dedo índice jugando con un cabello suelto de la mujer–. No les hace nada a ustedes..

–Bueno, es que el artefacto nos reconoce a cada una de nosotras. Sabe siempre quién está tratando de salir. Es una barrera muy sofisticada.

A Love le cuesta trabajo entender ese concepto en este momento, pero esto sólo le dio más curiosidad. De ese momento en adelante, la princesa obtuvo un nuevo pasatiempo. Aunque seguía guardando flores en sus libros y jugando a las escondidas, Love empezó a ir más a la biblioteca por su cuenta. Su maestra lo vio como algo bueno, al fin y al cabo, Love siempre había sido una gran estudiante. Aunque su afición por los artefactos mágicos empezó a rayar en lo excéntrico, nunca llegó a pensar que afectaría a la princesa.

Es solo un nuevo interés, se le pasará pronto, pensó Olivia, observando a su pupila leyendo en el jardín.

-

Love tiene 11 años, la primera vez que se escapa del Ala Norte.

Aunque fueron varios años antes de que se animara a hacer algo al respecto, la princesa nunca dejó de pensar en salir algún día. Estaba cansada de estar resguardada en el palacio. No podía salir a ver los festivales, no podía participar en las fiestas, ni siquiera podía ir a ver a su padre cuando ella quisiera.

El Rey intentaba verla todas las noches, pero no siempre era posible.

Love extrañaba poder entrar al Salón de la Corona y sentarse sobre las piernas de su padre a escuchar las juntas con los nobles. No eran algo muy interesante de escuchar, pero su padre siempre la dejaba usar el martillito de madera al final de la sesión para concluirla.

Y aunque Olivia le enseñaba geografía, historia y sociedad de su reino, Love no se sentía parte de ese mundo. El reino de su padre era inmenso, con grandes bosques, playas de arena rosada, montañas que rosaban con las nubes, y ríos que llegaban al mar. Había criaturas mágicas allá afuera, había diferentes tipos de personas, hombres y mujeres y vendedores y bailarines.. Love quería ser parte de ese mundo.

Un día, tras haber escalado un árbol nuevo en el jardín, se percató que había un pequeño hueco libre entre las miles de ramas del árbol que dejaban ver al pueblo. Era un poco lejos, después de todo, había un tramo de bosque entre la capital y el palacio real. Sin embargo, con ayuda de un artefacto mágico, en forma de cristal redondo, a través de ese huequito podía ver parte de un mercado. Veía a niños corriendo en las capas de la Academia de Magia, veía a una señora vendiendo frutos medicinales, e inclusive a caballeros patrullando el área.

Fue su primer secreto.

Un día, mientras observaba el mercado, vio cómo colocaron banderines en un puesto y Love casi se cae del árbol por la emoción. Era el festival de otoño. No había ido en tres años. La princesa frunce el ceño, su nariz arrugandose. Y probablemente pasaría este año también sin verlo. Love observa a través del artefacto a varios niños comiendo manzanas acarameladas...

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⏰ Última actualización: Feb 29 ⏰

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El Reino de Veles -Primera parte-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora