Prólogo

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En una tierra muy lejana, más allá de la imaginación, existe un reino bendecido por una diosa. Los árboles son eternos gigantes y sus raíces llegan al centro de la tierra. Todo tipo de fruto nace en este lugar, inclusive unos nunca antes vistos. Dentro de sus bosques se esconden criaturas inconcebibles por la mente humana, observando bajo la luz de la luna...

Así es la tierra de la diosa, el Reino de Veles.

Se dice que el primer Rey de esta tierra hizo un trato con aquella diosa. A cambio de ser un rey justo y sabio, la diosa le otorgaría un gran poder a todos los habitantes de Veles: magia.

No todos nacen con aquel regalo, y nadie sabe como la diosa te otorga ese honor, pero no está en la sangre ni en el nombre. No está en los pecados ni en la virtud, sólo en la fortuna. O eso dice la leyenda.

La magia es una fuerza que proviene de la mente y la única forma de guiarla es a través de la palabra. Esta cambia el cuerpo humano: a partir de los 6 años, la magia se ve en los ojos de los infantes, o en extrañas ocurrencias a su alrededor. Aunque se puede nacer con una voluntad mágica, no todos los magos tienen talento o desarrollan aquella aptitud.

Sin embargo, el mago más poderoso en todo el reino es el monarca en turno. Su voluntad mágica debe ser equivalente a su responsabilidad. La leyenda dice, que el rey debe tener un Corazón de Monarca: debe ser una persona justa, sabia, y servicial. Si no logra demostrarse que es así, el trato con la diosa se romperá y el caos reinará en el reino.

Durante siglos, Veles ha tenido grandes soberanos: un gran linaje noble y audaz. Han logrado acuerdos comerciales, construido enormes ciudades y caminos seguros, labrado la tierra y compartido sus propiedades curativas con sus vecinos. Poco a poco han cautivado los corazones de la población sin magia con arte, historias y artefactos convenientes.

Sin embargo, tanta abundancia crearía envidias a lo largo del continente. Mientras unos buscaban crear acuerdos, otros trajeron guerra a las fronteras de Veles. Exigían que el Rey compartiera la magia de Veles con ellos.

Más de un Rey murió por proteger los secretos del Reino, cada una de sus heróicas hazañas era recordada por el reino como parte de su gran e ilustre historia.

Cada guerra, el precio de proteger al Reino se volvía cada vez más alto. ¿Cuánta sangre de magos y no magos debía ser derramada? ¿Eran los secretos del Reino más importantes que sus súbditos? ¿En verdad la Familia Real debe ser la única en tomar decisiones y moldear el futuro de Veles? ¿No se supone que la magia debe estar al alcance de todos en este reino? En la capital de Veles, los intelectuales, los rebeldes y el pueblo no dejan de hablar sobre los cambios que deberían ocurrir.

¿Podrá el nuevo monarca mejorar esta situación?

El Reino de Veles -Primera parte-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora