Capítulo 3

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Fue como una de las muchas noches en que Ash prefería quedarse en casa de Harry; lo único que la diferenciaba de las demás es que ambos se quedaron despiertos hasta la madrugada para revisar la carpeta del caso.

Había un informe de laboratorio desactualizado, en los que Ash logró detectar plagio cuando lo pasó por la computadora. Así como la versión impresa de varios reportajes amarillistas, trataban sobre el robo de morfina y medicinas en varios hospitales de la ciudad. Aparte de eso, la carpeta estaba prácticamente vacía. Harry pasó por la peor experiencia burocrática por algo que pudieron sacar de internet.

No todo era tan malo; pensaba Ash. Al menos podían delimitar de mejor forma su plan de acción. Ash había destacado los nombres de los hospitales y Harry conocía la mayoría, al ubicarlos en un mapa se dieron cuenta que todos estaban cercanos a Finley Street. Solo con eso ya podían justificar su investigación, pese a que el paso a seguir era básicamente el mismo. Harry iba a revisar los hospitales mientras Ash recopilaba la información disponible en Finley Street.

Y así es como se encontraba ahí, en medio del mismo lugar que tanta ansiedad le provocaba. Aun así decidió analizar su ambiente por partes, una estrategia que le resultaba útil cuando la tarea se volvía demasiado compleja.

Pese al descuido general y a lo precario de las construcciones, el sitio parecía estar bien cuidado. Había unas pocas plazas con unos pocos comercios locales Ash también vio un almacén con todo tipo de verduras. Unos pocos murales coloridos y jardines precarios. Aunque lo que más abundaban eran viviendas. No parecía un lugar donde se instalaría una banda de traficantes, pero Ash tampoco imaginaba un lugar en que se instalaría algo así.

Ash se preparaba para hablar con la seño- con Sandy. Eran estos momentos en que detestaba no saber cómo interactuar con otros seres humanos, tal vez si interactuaba con una computadora el resto de su vida podría ahorrar muchos de sus problemas más importantes. Al menos recordaba la dirección, la leyó tantas veces que quedó grabada a fuego.

Pese a que tocó la puerta de Sandy varias veces, la mujer no contestó ni dio indicios de vida. Su cerebro comenzó a crear variables pero tenía que respirar y darse una pausa. Al ser tan temprano es probable que la mujer tenga que cumplir con un trabajo o con otros quehaceres del hogar. Aunque el luto también es un factor importante a tener en cuenta.

Sea como fuese, Sandy no estaba disponible. No era un inconveniente tan grande, porque necesitaba cualquier información que sirviera para ampliar el caso. Tendría que molestar a los vecinos y luego cruzar los testimonios con evidencia; tomaría más tiempo pero es lo único medianamente fiable que obtendría en el momento. A esas horas ya salían algunas personas, tanto en las tiendas como en la calle. Para bien o para mal, la gente de Finley Street ama hablar sobre el vecino.

Todos parecían coincidir sobre Sandy, una presencia constante desde hace unos trece años aproximadamente. No es la dueña de su departamento pero nadie estaba seguro de a quien se lo rentaba, o siquiera si pagaba la renta. Perdió su trabajo como cajera hace unos seis años, desde entonces sólo la han visto un par de veces y casi nunca sabían para qué.

Lo que sabían de Sandy era lo que les contaba su hijo. Con este último las opiniones volaban.

"Ah si, Rei-rei...Él solía venir a ayudarme a limpiar después de la escuela, pero se cayo y rompio un par de cortinas asi le dije que era mejor que volviera a casa; Parece que ahora me tiene miedo y me evita"

"No me hables de ese chico. Mi hija intentó ayudarle a estudiar el año pasado; Se frustró por un ejercicio de matemáticas y se arrancó mechones de cabello; desde entonces me da escalofríos."

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⏰ Última actualización: Mar 01 ⏰

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