La balada a la miseria

De mal en peor

Escuche al gallo cantar ya era hora, hora de levantarse a trabajar.

–EH YA, A LEVANTARSE– gritó un capataz.

Rápidamente me levanté y observé a mi esposa y mis dos hijos que seguían durmiendo. Salí corriendo de mi casa y me reuní con los demás. Me puse a trabajar y en eso logré observar a un señor que ya lucia cansado y ya no hacia el trabajo con tanta fuerza como los demás.

– ¿Estas bien? – le pregunté.

Me volteó a ver y con una ligera sonrisa me respondió.

– sí – volteó la cabeza y siguió trabajando.

Un simple si fue suficiente para saber lo cansado y mal que estaba, lo miré por unos segundos con lastima y continué trabajando. Minutos después llego un capataz nos comenzó a observar y por un momento sentí que me observaba, sentí un escalofrió recorrer mi cuerpo.

– EH TÚ ¿Por qué estás trabajando de esa manera? Apúrate.

Rápidamente lo volteé a ver con miedo, pero en ese momento me di cuenta que no era a mí al que se dirigía sino al señor.

– ¡¿Acaso no sabes hacer las cosas bien?! – gritó.

Antes del que el señor pudiera decir algo el capataz le tiro un golpe lo suficientemente fuerte para dejarlo en el suelo, pero esto fue suficiente para el capataz pues continúo golpeándolo, al ya estar grande, el señor no se pudo defender solo empezó a gritar y pedir perdón.

– AAAHHH perdóname – suplicaba el señor mientras el capataz lo seguía golpeando.

Después de varios minutos de estar oyendo a aquel señor sufrir, dejó de gritar, de mover, de suplicar… su sufrimiento había acabado. El capataz lo dejo de golpear para mirarlo con asco y desprecio.

– YA LEVÁNTATE – lo dijo mientras le daba una patada.

– QUE TE LEVANTES TE DIJE – le volvió a decir aún más enojado.

El señor ya no respondió, él ya… estaba muerto.

– maldito flojo – le dijo el capataz.
¿Acaso no fue suficiente el darse cuenta que aquel pobre señor ya no estaba en este cruel mundo?

– ESTO ES LO QUE LES VA A PASAR SI NO SE PONEN A TRABAJAR – nos gritó.

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