Después de unas horas llego un soldado montado en un caballo, se bajó de este y con una mirada de desprecio nos habló.
– Vamos a necesitar a sus hijos varones.
No tuve tiempo de pensar en lo que había dicho cuando se empezaron a escuchar gritos, todos dejamos el trabajo para ver lo que sucedía eran los soldados que iban saliendo casas con los niños, estos los jaloneaban y arrastraban como si llevaran animales.
Todos se empezaron a alborotar y yo sin pensarlo fui a buscar a mi familia, cuando volteaba a ver hacia un lado veía a los soldados golpeado a mi gente, comencé a gritar el nombre de mi esposa e hijos en eso vi mi casa corrí y entre en ella, pero no había nadie, comencé a entrar en pánico tenía una respiración agitada y mi corazón cada vez latía mas rápido, salí de la casa, afuera seguía habiendo un alboroto entre la multitud logre ver a mis hijos y mi esposa volví a gritar sus nombres y cuando mi esposa me volteo a ver sonrió pero el capataz los obligo a caminar evitando así que ella se pudiera acercar a mí.
No pude acercarme, mucho menos despedirme. Más chicos y mujeres también estaban siendo llevados por los capataces. Preguntas rondaban por mi cabeza ¿Para que los querían? ¿Qué les harían? ¿Los volvería a ver?
Esa fue la última vez que los vi, tenía muchas emociones encontradas caí de rodillas al piso y sentí como las lágrimas resbalaban por mis mejillas no podía hacer nada más que mirar como poco a poco se alejaban, pero a los capataces poco les importaba nos obligaron a volver a trabajar. Tan inhumanos eran estas personas, nos tratan como animales, nos obligan a trabajar por horas para darnos una miseria que apenas si nos alcanza para comer.
Voten ✨
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La balada a la miseria
Short StoryUna historia basada en hechos históricos acerca de un hombre que sufrió maltrato y abuso durante el porfiriato perdiendo lo que más amaba...